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'El caso de los trajes'

Campos confirma un pacto con Camps para ir juntos a confesar el delito

El Bigotes se niega a declarar salvo una frase para defender al expresidente

El sainete en que se convirtieron los últimos días de presidencia de Francisco Camps irrumpió ayer en la sala del juicio de los trajes. Lo hizo por boca de su expresidente y excompañero de causa Víctor Campos y con la presencia de Álvaro Pérez, El Bigotes, que se negó a declarar, pero cuya comparecencia dio lugar a un nuevo bombardeo sobre el jurado de grabaciones y documentos comprometedores, que pareció dejar muy tocadas las defensas del expresidente y del ex secretario general del PP valenciano, Ricardo Costa.

Campos, condenado en septiembre en la misma causa de los trajes tras aceptar que había recibido las prendas de vestir de la trama Gürtel, ofreció una declaración de doble filo. Sostuvo, de un lado, que se consideraba inocente (aunque nunca aportó justificantes de las compras) y que si se conformó con la pena que pedían las acusaciones fue por sus problemas de salud y por el cansancio de oír cómo le llamaban "corrupto todos los días". El procedimiento en su conjunto, dijo, estaba "cargado de un tufo político tremendo".

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El exvicepresidente confirmó, sin embargo, que en los erráticos días que siguieron al auto que decretó la apertura del juicio oral se puso de acuerdo con Camps para ir juntos a reconocer el delito.

"Yo acudí el 20 de julio a presentar conformidad porque entendí que habíamos quedado los cuatro para firmar, que era la única acción válida y segura de que ahí se terminaba con todo", relató. "Acudí a primera hora. Firmé. Después vino [Rafael] Betoret y no vino nadie más", dijo.

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¿Eso quiere decir que quedaron los cuatro para ir el mismo día?, le preguntó Virgilio Latorre, letrado del PSPV-PSOE. "Yo hablé con el señor Camps y esa era la idea", respondió. Camps incumplió dicho acuerdo y horas después dimitió.

A diferencia de lo que habían hecho Campos, el lugarteniente de la trama Pablo Crespo y de lo que haría después El Bigotes, Rafael Betoret, el cuarto encausado por los trajes, no movió un dedo para defender a Camps y Costa.

Betoret, que no solo se conformó en julio con la pena sino que llevó al Tribunal Superior de Justicia los dos abrigos, 11 trajes, cuatro americanas y un pantalón con los que le obsequió la trama corrupta, se negó a declarar alegando que también está imputado en la principal rama del caso Gürtel que se investiga en Valencia por delitos contra la Administración Pública.

Su silencio no impidió que la representante del ministerio público aprovechara la aparente incoherencia de que dos de los acusados por el mismo delito cometido mediante el mismo sistema hayan ya sido condenados y otros dos no. La fiscal solicitó mostrar al jurado un correo enviado por el sastre José Tomás a Pérez y Crespo el 19 de marzo de 2007, que fue intervenido por la policía en la sede de Orange Market.

"En el correo se dice: 'Te envío la relación de compras de la Comunidad Valenciana'. Y en él consta: Rafael Betoret, con cinco trajes a 950 euros, 4.750 euros. Una chaqueta, 750 euros. Un abrigo, 1200. Total: 6700 euros, una referencia exacta a las prendas que usted reconoció haber recibido", señaló la fiscal. "Junto a usted, en este mismo documento, aparece el nombre de Francisco Camps con cinco trajes y tres pares de zapatos por un total de 5.393,5 euros. ¿Le encuentra explicación?", añadió.

La sesión de la tarde estuvo dominada por El Bigotes. Pérez se negó a declarar por estar imputado en varias causas del caso Gürtel, pero el juez le permitió hacer un breve alegato en favor de su "amiguito del alma" y de Costa: "Ni mi empresa ni yo nunca hemos regalado ningún traje a ninguno de los cuatro imputados en esta causa", declaró.

El Bigotes permaneció callado a partir de ese momento, aunque durante una de las grabaciones (cuando le cuenta en directo a Francisco Correa cómo "dos hijoputas en una moto" acaban de intentar robarle) tuvo que contener la risa. Los acusados no dieron la impresión de tener cuerpo para bromas durante las dos horas que duró su declaración, en la que volvieron a llover las grabaciones. A fuerza de repetirlas, los jurados, que el primer día parecían despistados, parecieron seguir perfectamente el compadreo y los indicios de delito que contienen.

La fiscal preguntó a Pérez por un SMS que recibió en el móvil, en el que se leía: "Medidas sr. Camps americana t 54 pantalón, 48 largo pant, 108 tiro a 79,50". "¿Recuerda haber pedido las medias de Francisco Camps? ¿Por qué motivo las solicitó?", inquirió.

Latorre expuso al jurado al reverso de la causa que se juzga estos días en Valencia: las adjudicaciones que Orange Market, la empresa de la trama en la ciudad, logró de la Generalitat. "¿Contrataron ustedes en 2005 un congreso de Software Libre con la Consejería de Educación por valor de 48.000 euros? ¿El acto Violencia de Género por 15.900 euros? ¿Los actos del Open de Tenis del año 2006 por 26.000 euros?...", preguntó. "Y finalmente, ¿recibieron ustedes un contrato por Fitur en 2005 por un valor de 1.737.205 euros, otro de Fitur 2006, otro de Fitur 2007, otro de Fitur 2008, y otro de Fitur 2009, de la Agencia Valenciana de Turismo, todo ello por seis millones de euros, es decir, 1.000 millones de pesetas?".

Álvaro Pérez, <i>El Bigotes, </i>conversa con su abogada durante el juicio.
Álvaro Pérez, El Bigotes, conversa con su abogada durante el juicio.POOL

Una de cal y otra de arena

- Campos: "Estaba cansado de que me llamaran corrupto todos los días".

- Campos: "Yo vine pensando que acudíamos los cuatro, pensando que se acabaría para todos este exceso".

- Álvaro Pérez,

El Bigotes: "Ni mi empresa ni yo hemos regalado trajes a los imputados".

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