"Los senadores se abrían a su paso"
La elocuencia del exconcejal del PP de Majadahonda José Luis Peñas, que ayer declaró como testigo, fue arrolladora. Superó los intentos de hacerle caer en contradicciones y se mostró firme en su relato.
Dos fueron sus principales aportaciones. Contó cómo el cabecilla de la trama, Francisco Correa, le dijo que regalaba trajes a Camps y a Costa, y le recomendó que fuera al mismo sastre, José Tomás; y aseguró que Isabel Jordán, que destapó la existencia de un apunte contable de 30.000 euros para pagar las prendas, lo confesó en una conversación "tranquila", únicamente con la preocupación propia de quien administraba una empresa que tenía dificultades económicas. Peñas hizo estas precisiones después de que Jordán atribuyera a su tensión el haber mencionado el documento en el que aparece el apunte de los trajes.
El exconcejal, que trabajó con la esposa de Correa, que se convirtió en amigo del cabecilla de la trama y que grabó decenas de horas de conversaciones con las que se destapó el caso, también resultó elocuente en su descripción de las formas que utilizaba la trama. "Correa era en el PP la séptima o la octava persona con mayor poder", dijo. "Los senadores se abrían a su paso. Tenía un poder extraordinario", añadió. "He visto dar instrucciones para endosar a una consejería de la Comunidad de Madrid el pago de un acto del PP", aseguró. Y sostuvo que el enganche que tenía la trama para acceder a la Administración era hacer campañas del partido.
Hubo otro testigo claro. Fue el administrador judicial de la quebrada Sastgor, la fábrica que confeccionaba las prendas que encargaban las tiendas Milano y Forever Young. La documentación desvela más pedidos de los que los acusados dicen haber pagado.
