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Reportaje:BELLEZA

La chica de oro

Xavi Sancho

En otro ejercicio de digitalización de estrellas muertas con fines publicitarios, Dior coloca a Charlize Theron en la Sala de los Espejos de Versalles y, de la mano del director Jean-Jacques Annaud (El nombre de la rosa, Siete años en el Tibet...), logra que interactúe con Grace Kelly, Marilyn Monroe y Marlene Dietrich. La nueva campaña de J'Adore, perfume del que la sudafricana es imagen desde 2004, tal vez no parta de la premisa más original, pero sí logra elevar este género -el de las estrellas digitalizadas que nos venden cosas- un par de peldaños por encima de lo hasta hoy visto.

"Charlize es una mujer extraordinaria. No solo es increíblemente bella físicamente, es además muy inteligente y verdaderamente profunda. Es una de las actrices más cautivadoras de nuestro tiempo y siempre he querido trabajar con ella. Es muy complicado que una actriz sea buena y bella al mismo tiempo", afirma Annaud al respecto de la mujer que en 2012 encabezará el reparto de tres de las producciones de Hollywood más esperadas: será la madrastra de Blancanieves en la gótica Blancanieves y la leyenda del cazador, una escritora con problemas para asumir su edad en Young adult, y encabezará el reparto de Prometeo, la precuela de Alien que ultima Ridley Scott. Por si eso fuera poco, este diciembre es, por quinta vez, portada de la edición norteamericana de Vogue.

"Cuando llegué a Hollywood, viví cuatro años como una titiritera, de un sitio a otro y sin más ambiciones que acabar el día"
"Mucha gente no sabe que yo no hablaba prácticamente inglés cuando llegué a Estados Unidos. Yo hablo afrikaans"

Con nueve años fue testigo de la muerte de su padre -un alcohólico agresivo- a manos de su madre. Con 16 se fue un año a Milán a ganarse la vida como modelo. A los 19 pensaba que sería bailarina, pero una lesión truncó su carrera. A los 29 ganó un Oscar, y a los 35 se calcula que sus películas han recaudado más de 800 millones de dólares. Al teléfono, Charlize Theron, tal vez la única estrella actual capaz de robarle un plano a Marlene, Grace y Marilyn.

¿Dónde está? ¿Qué lleva puesto?

Acabo de volver de España, donde he estado 10 días de vacaciones. No os habéis enterado, ¿verdad? Eso es bueno. Me gusta mucho España, sobre todo la comida y la gente. Ha sido mi primera vez en Sevilla y la ciudad me ha parecido fantástica. No le voy a decir lo que llevo puesto, se decepcionaría.

Dicen que usted es más del tipo "uno de los chicos", que le gusta el fútbol y es capaz de tumbar bebiendo a cualquiera de sus compañeros masculinos de reparto. ¿Qué hay de cierto en eso?

Prácticamente no bebo, pero me encanta el fútbol. En estos días en España no fui a ningún estadio, pero fue más una cuestión de tiempo que de preservar la intimidad. El fútbol es una parte cotidiana de mi vida, veo muchos partidos. Cuando estás de vacaciones, quieres hacer cosas distintas.

¿Qué fue lo primero que pensó cuando le explicaron cómo sería su nuevo anuncio para Dior?

Cuando me contaron la idea, me quedé ciertamente impresionada. No esperaba menos de Dior, pero me quedé un buen rato dándole vueltas a cómo iba esta gente a lograr llevar a cabo ese concepto sin que el resultado final fuera algo cutre. Cuando trabajas con una firma como esta, sabes que no hay espacio para lo convencional.

¿Qué significan Grace Kelly, Marlene Dietrich y Marilyn Monroe para la casa?

Creo que cada una representa una de las personalidades que tiene la marca. Existen unos valores asociados a cada una de ellas, y la suma podría acercarnos un poco a lo que es el concepto Dior. Tenemos la fuerza de Marlene, la gracia de Grace y la vulnerabilidad de Marilyn.

¿Y usted?

Ni me lo he planteado. No intenté en ningún momento pensar en qué lugar de esta ecuación encajo yo. Como mujer, me siento tremendamente honrada de aparecer en el mismo plano que ellas, aunque, claro, no tuve oportunidad de compartir camerino.

Cuando se trabaja con una firma de estas características, ¿es usted tanto imagen de ella como ella es imagen de usted?

Exacto. Cuando trabajas con marcas así, no eres solo tú que ofreces su imagen a sus creaciones, sino que ellos son parte de tu propia imagen. Personalmente, hay un punto de responsabilidad que no puedes evitar y que otras firmas, sin duda, no te inspiran. Profesionalmente, ves que los estándares aquí son muy altos y la creatividad enorme. Eso hace que te vuelvas más exigente con los trabajos que aceptas. Afortunadamente, ya hace años que no acepto papeles o anuncios para poder llevar comida a mi mesa.

¿Cómo recuerda su llegada a Hollywood?

Cuando aterricé, creo que llevaba 20 dólares en el bolsillo. Tenía solo billete de ida. Durante cuatro años viví como una titiritera, de un sitio a otro y sin más ambiciones que llegar al final del día. Hoy, cuando miro atrás, me doy cuenta de que sin esas experiencias, hoy yo no sería así. Sin todo eso que pasó, no valoraría como lo hago todo lo que tengo y, sobre todo, no sabría recomendar moteles en Los Ángeles. Soy una experta, y la verdad, algunos son mejores que bastantes de los hoteles de cinco estrellas que conozco.

¿En qué momento pensó que ya lo tenía, que había conseguido lo que deseaba?

No creo que lo haya logrado. De ningún modo siento que lo tenga todo hecho. En mi interior, aún estoy esperando ese gran momento en que llegue a casa, me deje caer en el sillón y diga: "¡Ya está!". Aunque me temo que eso no va a llegar nunca. Obviamente, ganar un Oscar no estuvo mal; al menos, me da tema de conversación. Además, creo que después del Oscar logré mantener mi nivel de trabajo, busqué nuevos alicientes y, con el tiempo, he conseguido seguir teniendo hambre por hacer algo mejor y el poder para poder, al menos, intentarlo. En una industria que se mueve tan rápido y deja a tanta gente atrás sin importarle, seguir allí ya es un éxito.

¿Una actriz bella que gana un Oscar saliendo fea en una película [Theron logró la estatuilla por 'Monster', donde interpretaba a una asesina con nulo interés por la higiene] es casi un cliché?

Jamás planteé mi papel como una forma de reivindicar nada. Por eso, cuando vi que mis siguientes pasos eran analizados en clave de si salía glamurosa o despeinada, me molesté bastante. Las cosas se estaban complicando sin motivo aparente. Si aparecía en un filme en jeans y casi sin maquillar, estaba intentando afearme para ver si me caía otro Oscar; si salía toda glamurosa, traicionaba a la gente que había visto en mí a una actriz de verdad... No sé, era ridículo. Si hago el papel de una mujer policía, no tiene mucho sentido que salga con tacones y vestidos largos. Ni en Beverly Hills se patrulla de esta guisa.

¿Produce por avaricia, por venganza o porque no se ve aún dirigiendo, que es la opción lógica y que otorga pedigrí?

Producir es algo que tenía ganas de hacer desde el momento en que empecé a interesarme por todo lo que se esconde en la confección de una película. Ser productora está muy lejos de ser un trabajo mecánico, a pesar de que tiene peor fama. Tal vez no tenga el glamour de las partes del proceso que se adivinan más creativas, pero es un oficio que requiere inventiva también.

¿Escoger buenos papeles es una suerte o una ciencia?

Influyen muchos elementos a la hora de hacer que te decidas por un papel, y es muy fácil equivocarse. Sería estúpida si no admitiera que algunas de las películas que he hecho son una mierda. En muchas ocasiones yo ya sabía que aquello iba a ser una gran mierda, pero, por alguna razón, pensaba que el director podría arreglarlo. En muchas ocasiones no solo no lo arregló, sino que lo empeoró. Es impresionante la cantidad de gran material en bruto que circula por Hollywood, que se produce y que luego termina siendo una basura. Jamás tienes la garantía de que aquello va a salir bien.

¿Las malas decisiones son fantasmas que la persiguen o solo formas menos ideales de ganar dinero?

No me arrepiento de esas películas que, digamos, me gustan menos. De cada una sacas una experiencia. Por ejemplo, acepté Las normas de la casa de la sidra simplemente por poder trabajar junto a Michael Caine. Eso no me lo quita nadie.

Para acabar, me gustaría felicitarla por su inglés. No está nada mal...

Muchas gracias [risas]. Mucha gente no sabe que yo no hablaba prácticamente inglés cuando llegué a Estados Unidos. No es que haya perdido el acento sudafricano, es que jamás lo tuve. Yo hablo afrikaans. Al principio, cuando iba a los castings, la gente no entendía nada de lo que decía, ni yo a ellos.

¿Qué cree que estaría haciendo si esto no hubiese funcionado? No me conteste en afrikaans, por favor...

Si esto me llega a salir mal, creo que ahora estaría en un rincón llorando. Viviría arruinada y muy deprimida. El otro día pensaba en esto y me asusté: se me dan bien muy pocas cosas.

TOM MUNRO

Oda a Monsieur

El icónico frasco de J'Adore, cuyo cuello dorado está inspirado en las mujeres masái, ya tiene una legión de aromas a su servicio. Es paraguas de hasta cinco fragancias diferentes: L'Or, L'Absolu, Eau de Parfum, L'Eau y Eau de Toilette. En 2011, el perfumista-creador de Dior François Demachy ha revisitado J'Adore Eau de Toilette (a partir de 66 euros) inspirándose en los recuerdos que Monsieur Dior tenía de Granville, lugar donde pasó su infancia. Las notas frescas dominan la salida, el corazón está compuesto por pétalos de flores (rosa de Damasco, jazmín Sambac, ylang-ylang y flor de azahar de Túnez) y su estela de fondo resulta amaderada y ligeramente avainillada.

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Sobre la firma

Xavi Sancho
Forma parte del equipo de El País Semanal. Antes fue redactor jefe de Icon. Cursó Ciencias de la Información en la Universitat Autónoma de Barcelona.
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