"Importan los goles, no el sistema"
Guardiola pide atrevimiento a sus jugadores y espera un Madrid ofensivo
El lunes pasado, en la conferencia de prensa previa al partido de la Champions, Pep Guardiola atendió a los periodistas antes de salir a dirigir el entrenamiento del Barça. En el corto paseo que le llevaba de la puerta a la mesa a la que se sienta a responder las preguntas se pudo ver que lucía, además del chándal para las sesiones de trabajo en el campo, unas chanclas. Ayer, sin embargo, en el mismo escenario, el Camp Nou, el cuidado estilismo del técnico azulgrana no dejaba nada a la improvisación: jersey azul marino de cuello alto, pantalones vaqueros y zapatillas también azules. Además, habló después de la sesión preparatoria, no antes de ella. Tampoco se improvisa nada ante el Madrid, opina: "No quiero sentarme en el banquillo a ver si suena la campana. Al Bernabéu o vas tú a hacerla sonar o es un campo muy difícil para sacar nada". Y él, afirma, siempre ha ido a ganar el partido, sabedor, aunque no quiera desvelarlo, de cuál es el punto débil del rival, por dónde podrá su equipo atacar mejor: "No pido nada especial a los jugadores. Solo, que hagan lo que saben y sean atrevidos. Sin atrevimiento, no se sacan adelante los partidos importantes".
"El que va detrás siempre tiene un pelín más de necesidad. Nos jugamos mucho"
Dice Guardiola que tiene muy claro cómo quiere jugarle al Madrid. La duda es si lo hará con tres defensas, como ha hecho este curso en algunas ocasiones -contra el Milan en San Siro, por ejemplo-, todo un atrevimiento, o con cuatro. "No importa el sistema. Los que importan son los goles. Estos partidos tienen muchas más cosas. Juega mucho más el nivel anímico. Tanto un dibujo como otro se hace siempre por una intención global", matizó. La incógnita es también qué hombres formarán el once inicial: "Tengo algunas dudas que resolveré mañana.
No vacila Guardiola al advertir que no concibe a un Madrid que desprecie la victoria. "Hay muchas maneras de plantear los partidos, pero no he conocido nunca a un equipo que no vaya a ganar". Ni siquiera a un Madrid retrasado: "Me da la impresión de que saldrá a presionar arriba. El curso pasado ya demostró ser capaz de jugar al contraataque como nadie y ser imparable arriba. Es el Madrid. Está todo dicho. Vamos a la casa del líder y del adversario en todos los sentidos". ¿Y el Barça? "Intentaremos hacer bien las transiciones y estar muy rápidos y atentos. Pero no es fácil porque es un equipo muy intenso. Tienes que hacer un partido perfecto para ganarle. Sus virtudes son muchas y sus debilidades muy pocas", resumió.
Solo se habló ayer de fútbol. La tensión de los clásicos anteriores se ha desvanecido. Y lo agradece el entrenador, mucho más cómodo. Prefiere la calma chicha a un mar agitado. Y eso que, por vez primera, parece llegar al encuentro en peores condiciones. "El que va detrás siempre tiene un pelín más de necesidad. Mañana nos jugamos mucho. Es una evidencia. No es que sea definitivo, ya que sería aceptar que tanto si ganas como si pierdes ya está todo hecho y no es así. Pero, si vas al Bernabéu sin ser consciente de la importancia de lo que te juegas, estás perdido", dijo. A pesar de todo, no quiere hacer números ni pensar en los puntos, que pueden cambiar el panorama de manera drástica: "No pienso en cómo acabaremos ni a qué distancia estaremos tras el partido".
Guardiola ha podido tener a su lado, desde el miércoles, a su segundo, Tito Vilanova, operadorecientemente de la glándula parótida. Posiblemente acompañe a la expedición en el desplazamiento al Bernabéu, un empujón moral para el equipo. "Tito se encuentra muy bien. Está animado. Tiene ganas de acompañarnos, pero es verdad que hace poco que salió del quirófano. Que pase bien la noche y mañana [por hoy] veremos", indicó Guardiola con una sonrisa mucha más tranquilizadora del gesto preocupado de apenas unas semanas atrás.
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