Volando con estilo propio

Los milaneses miran Milán con cierto desaire. Te hablan del tráfico, de las calles descuidadas, del caos y el desorden, de las instituciones que no funcionan, de la contaminación. Cuando expresas tu entusiasmo por la ciudad, no dejan de sorprenderse y, curiosos, te hacen un cuestionario sobre las razones que te llevan a opinar así.

Puede ser cierto. Concedamos que Milán es una ciudad del norte, industrial y fría, y que quizá sus habitantes puedan parecer distantes y altivos desde sus imponentes palazzi, desde los exquisitos comercios y desde la altura de las agujas de su omnipresente Duomo. Pero... Sthendal, que comenzó a amar Italia desde Milán y al morir se sintió milanés, descansa en una tumba en cuyo epitafio aparece su verdadero nombre -Henri Beyle- italianizado: "Arrigo Beyle, milanés. Escribió, amó, vivió 59 años, 2 meses. Murió el 23 de marzo de 1842".

Esta pasión comienza a ser comprensible, por ejemplo, cuando en un paseo por la ciudad tiene lugar el encuentro fortuito con uno de los deslumbrantes jardines escondidos en los patios de los edificios. Milán revela entonces su verdadera naturaleza, o al menos una de ellas. Una de sus características es que la ciudad y sus habitantes se repliegan en sus casas, jardines y patios interiores, hay que descubrir sus rincones ocultos.

Después de años de relación profesional con el mundo del diseño y de viajes a Milán, he observado una ciudad que evoluciona a pesar de la crisis, quizá porque los italianos siempre se han sentido en crisis y esto les hace sobrevivir con energía y aguzar su ingenio.

El mundo de las grandes marcas de moda se concentra en sus espectáculos de comunicación, los desfiles, pero desarrolla el mercado con los accesorios, perfumes, cosméticos, hoteles, bares y hasta spa que llevan su nombre. Las grandes familias pasan el testigo a las nuevas generaciones o crean fundaciones con sofisticados proyectos, como los de Armani, Etro, Missoni, Trussardi, Prada o Bvlgari.

Y Vogue Italia, desde Milán, sigue siendo la biblia de la moda internacional, marcando las tendencias desde la transgresión. Su directora, Franca Sozzani, imprime sus puntos de vista especialmente en lo que se refiere al futuro de la moda, buscando y apoyando sin tregua a los nuevos talentos, las jóvenes promesas.

El diseño industrial sigue mostrando su fuerza en el Salone del Mobile (www.cosmit.it; próxima cita, del 17 al 22 de abril de 2012), un evento que cada año da un vuelco a la ciudad. Desde hace dos años hay una nueva zona para los futuros profesionales, denominada Ventura Lambrate, de visita obligada si se quieren descubrir las ideas más frescas e irreverentes.

Las grandes editoras de diseño, Capellini, Boffi, Floss, iGuzzini, Artemide, Kartell o Vitra, mantienen su apuesta por los nuevos diseñadores y desarrollan proyectos que introducen los valores de la sostenibilidad y el ecodiseño.

La elección de Milán como ciudad que albergará la Exposición Universal de 2015 con su lema Alimentar el planeta, la energía para la vida, ha dado un impulso a las infraestructuras de la ciudad.

Las aperturas son constantes. Los hoteles Moschino (www.maisonmoschino.com) o Armani (http://milan.armanihotels.com); espacios comerciales como Excelsior Milano (www.excelsiormilano.com); museos y salas de exposiciones que se crean o renuevan como el MAGA (www.museomaga.it) en Gallarate, el del Novecento (www.museodelnovecento.org) o el Hangar Bicocca (www.hangarbicocca.it); la Fabbrica del Vapore (www.fdvlab.org), o la galería de arte Lia Rumma (www.liarumma.it), una de las más grandes de Europa.

Diseñadores, artistas, expertos en comunicación, en moda y en música clásica nos hablan de este nuevo ímpetu de la ciudad. Marcella Vanzo y Monica Castiglioni nos llevan hasta Isola, el distrito de artistas y artesanos. Sara Maino y Tommaso Foggini nos dan el punto de vista de la moda. Carmelo di Gennaro y Carlotta Colarossi se centran en tradición y cultura. Y, por último, el diseñador industrial español Santiago Miranda, que, como Sthendal, se siente milanés y nos guía a través del cine y el arte para ayudarnos a leer la ciudad.

» Marisa Santamaría es directora de comunicación del Istituto Europeo di Design (www.ied.es) en Madrid.