"Los políticos no creen en la economía verde"
Yvo de Boer parece relajado. En mangas de camisa y mientras se come un sándwich, el hombre que dirigió la negociación del clima de la ONU entre 2006 y 2010 habla ahora libremente: "Los políticos no creen en la economía verde", dice. "Los Gobiernos no quieren avanzar". De Boer, holandés nacido en 1954, ahora vinculado a la consultora KPMG, mantiene el tono irónico que le distinguió en sus ruedas de prensa en la fallida cumbre del clima en Copenhague, tras la cual dimitió.
Pregunta. ¿Cómo ve la negociación?
Respuesta. Me da la impresión de que los Gobiernos no quieren avanzar y no han dado ese mandato a los negociadores. El cambio climático está tan relacionado con los intereses económicos que la negociación necesita empuje al máximo nivel. Y ahora no hay ese liderazgo. No lo hay en los países industrializados, preocupados con la crisis económica y financiera, y creen que debería haber más compromiso de los países en desarrollo. Y estos grandes emergentes dicen que no se comprometen porque no ven liderazgo de los desarrollados. Solo los líderes pueden romper ese bloqueo.
"Ya hay compañías en todo el mundo invirtiendo en sostenibilidad"
P. No lo hicieron en Copenhague hace dos años. Y estaban todos: Obama, Merkel, Lula...
R. Creo que Copenhague habría sido muy distinta si antes el Senado de EE UU hubiera aprobado la ley de cambio climático.
P. ¿Cómo recuerda la última noche de Copenhague?
R. Intento no hacerlo.
P. ¿No sería más fácil lograr un acuerdo solo entre los grandes emisores del planeta? Con EE UU, China, India, la UE y Brasil se cubre un gran porcentaje.
R. Sería más fácil acordar reducciones de emisiones, pero eso es solo una parte. Hablamos de adaptación al cambio climático, del futuro de los pequeños estados-isla, de la financiación... Y todo está relacionado.
P. En la UE, con la crisis, poco importa el cambio climático, y en Washington, tampoco.
R. Muchos políticos han olvidado que los objetivos a largo plazo de reducción de emisiones a los que se comprometió la UE no los adquirió solo por el clima, sino por la ambición de buscar otra economía europea.
P. ¿Y puede cambiar?
R. Hay tres aspectos que cambiar. Veremos cada vez más impactos adversos del cambio climático y eso va a despertar a la gente, aunque espero que no sea muy tarde. En segundo lugar, veo, especialmente en China, la conciencia de que hay que ir hacia una economía verde, y espero que eso despierte a los Gobiernos al ver que pierden la carrera de la innovación frente a países en desarrollo. Y, finalmente, espero que al salir de la crisis el pensamiento en Europa empiece a cambiar. Por el momento, por razones políticas, no hay ganas de alcanzar un acuerdo ambicioso en cambio climático.
P. Si es imposible con Obama en la Casa Blanca nunca será posible en un país donde crece el escepticismo.
R. Tenemos un problema de educación en el mundo, incluido en EE UU, y hay que explicar mejor las consecuencias. Pero creo que si muestras en el Senado de EE UU un acuerdo internacional justo, en el que todos los países se comprometen, entonces se puede aprobar. No ahora, porque allí el asunto del clima está demasiado politizado, pero con el tiempo sí.
P. ¿Cuál es el principal obstáculo en la negociación, EE UU o China?
R. Los países bloquean los avances porque no ven que los resultados sirvan a sus intereses nacionales. Debemos llegar a una situación en la que a los países les parezca interesante. China tiene uno de los programas más ambiciosos de reforma económica y de crecimiento verde del mundo. ¿Pero por qué debería convertir ese objetivo nacional en uno internacionalmente vinculante cuando algunos países desarrollados que han causado el problema no lo hacen?
P. ¿Cómo ve la postura europea?
R. La UE, por primera vez en mucho tiempo, está teniendo una posición firme, me alegro.
P. Y si de estas negociaciones no sale nada, ¿cuál es el mensaje? El precio del CO2 ya se hunde en Europa. ¿Quién va a invertir en tecnología limpia?
R. Hay compañías en todo el mundo invirtiendo en sostenibilidad y en tecnología verde. Lo hacen porque bajan los costes, porque pueden conseguir nuevas marcas en el mercado y diferenciarse de la competencia.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.