Un caballo causa dos muertes de tráfico tras escapar de los Mossos
El animal saltó la valla de una finca en Vila-seca
Dos personas murieron y otras dos resultaron heridas el domingo de madrugada al chocar el coche el que viajaban contra un caballo desbocado. El trágico accidente sucedió a las 5.30 en una carretera comarcal en Vila-seca (Tarragonès). El equino se había escapado saltando la valla de una finca cercana horas antes y llevaba toda la noche galopando sin control por la vía.
Según las primeras investigaciones, al ser aún de madrugada, la escasa luz de la carretera impidió al conductor del turismo vislumbrar a tiempo al animal. El caballo, que participaba en carreras hípicas, se empotró contra el coche. El golpe fue tan aparatoso que las dos personas que ocupaban los asientos traseros del vehículo perdieron la vida. Las víctimas eran un hombre, Alfred P. G., de 48 años, y una mujer, Josefa G. A., de 46 años, ambos vecinos de Tarragona. En cambio, el conductor del vehículo y una mujer que lo acompañaba en el asiento delantero lograron salvar la vida. A diferencia de la mujer, el conductor resultó herido de gravedad y fue trasladado al hospital Joan XXIII de Tarragona.
Antes del siniestro, los Mossos habían localizado y capturado al caballo tras la llamada de otros conductores. Los agentes lo depositaron en el recinto del propietario, pero el animal se escapó delante de ellos antes de poder contactar con su dueño.A causa del fuerte impacto, el coche quedó totalmente destrozado y dos equipos de bomberos se desplazaron al lugar del siniestro para rescatar a una de las víctimas, ya que había quedado atrapada dentro del turismo. Además, tras el golpe el caballo murió en el acto y se desplomó sobre el techo del vehículo. Después de varias maniobras, a las 6.30 horas los agentes consiguieron retirar el coche y el cuerpo del animal muerto, cuyos restos se habían dispersado por la vía.
La fuga descontrolada del caballo acabó de manera trágica. Según fuentes de los Mossos d'Esquadra, su carrera precipitada hacia el vacío había empezado mucho antes. A la una de la madrugada, la policía ya había recibido la llamada de varios conductores que alertaban de que habían visto un caballo galopando sin control en medio de la carretera. Un portavoz policial explica que de inmediato varios coches patrulla se desplazaron a la zona, aunque la oscuridad dificultó su trabajo.
Casi a tientas y en plena madrugada, los policías intentaron buscar al animal en la vía y en un descampado de grandes dimensiones contiguo a esa zona de la calzada. Pese a los esfuerzos por encontrarlo, no consiguieron dar con el caballo y se marcharon del lugar. A las cuatro de la madrugada, sin embargo, otro conductor llamó de nuevo a los Mossos e informó de que había visto al animal. Los agentes se volvieron a desplazar a la zona y esta vez encontraron al equino. Se lanzaron a la carrera y pudieron capturarlo. Después, a escasos metros localizaron la finca de donde presuntamente se había escapado, abrieron una puerta del cercado y lo dejaron allí. Los agentes estaban a 200 metros del caballo, haciendo gestiones para localizar a su propietario. De repente, el animal saltó la valla de nuevo y fue entonces cuando volvió a irrumpir al galope por la carretera y colisionó con el coche. Por ese motivo, en el momento del impacto los Mossos estaban intentando atraparlo de nuevo, con lo que se encontraban a muy poca distancia del lugar del accidente y llegaron a socorrer a los ocupantes del coche.
Tras el suceso, ayer por la mañana los agentes inspeccionaron el recinto del que se escapó el equino e investigan ahora a sus propietarios. Creen que el cercado, localizado justo al lado de la carretera, presuntamente tiene irregularidades que no lo hacen apto para albergar a un animal de estas características. En concreto, ahora los Mossos investigan las vallas que lo recorren. La policía sospecha que, pese a estar electrificadas, no tenían la altura suficiente para impedir que el caballo saltase, tal como ocurrió en dos ocasiones. Según fuentes policiales, el caballo tenía un gran peso muscular y era muy ágil porque estaba entrenado para competir y participaba en carreras de hípica. Su valor económico también era elevado. Si los Mossos confirman la irregularidad del cercado, podrían imputar al propietario del animal por dos delitos de homicidio imprudente.
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