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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Reflexiones electorales

Acaban de celebrarse unas elecciones y su resultado ha sido el normal en esto que llamamos democracia: un partido ha cumplido su ciclo y deja de gobernar; otro comienza. El que ha cumplido debe ser ahora oposición y alternativa; el que gobierna recibe el mandato de hacerlo con mayoría, algo normal en época de crisis. Llevamos ya 11 comicios generales y sabemos que en cuatro años se puede pasar de 110 a 180 diputados o de 180 a 110, así que no cabe en las formaciones con esos apoyos hablar de triunfalismos o debacles, más cuando otros piensan en un sorpasso con 5-11 escaños y parecen felices.

Lo que se debe hacer es prepararse como demandan los votantes a quien se quiere convencer, y que no son iguales en los dos grandes partidos, pero que a nadie le quepan dudas de que se hará. La izquierda debe darse cuenta de que está siendo desbordada por la calle y la derecha de que sus fieles son insuficientes si hay alternativa, que con toda la rotundidad de su victoria, solo ha ganado 600.000 votantes respecto a 2008, cuando perdió las elecciones, y no ha aprovechado los años de oposición para renovarse. Con esto y con sus escándalos no resueltos, la crisis puede terminar pasándole idéntica factura que a su oponente político, y lo que demanda la normalidad es que gobierne con cordura.

El descuento que los mercados han hecho de su victoria se parece más a un fundido en negro que a la luz al final de túnel. Pero presentarse como luz era solo una estrategia para ganar, y lo que corresponde ahora es ponerse a trabajar. Con igual rotundidad, pero mucha más exigencia, la ciudadanía reclama saber ya cuál es la propuesta, y lo único que ha recibido es la impresión de prisas de un ministeriable, que proponía saltarse la ley para llegar cuanto antes al poder.

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Mal empezamos. España ha sido normal en sus elecciones, que comiencen a serlo ellos también. Su mayoría solo significa una cosa: a partir de ahora, pase lo que pase, serán los únicos responsables, y así serán juzgados.- Antonio Santamaría. Madrid.

El sistema electoral vigente en España no solo supone que haya partidos que necesiten cinco veces más votos que otros para obtener los mismos resultados, sino que provoca que un partido como el Partido Popular, al que solo le ha votado en torno al 30% de la población (menos de 11 millones sobre un censo electoral de 36), o lo que es lo mismo, al que no ha votado el 70% de los españoles, va a gobernar con poderes absolutos los próximos cuatro años.

¿Para cuándo un sistema electoral con circunscripción única y una abstención que quede reflejada en forma de escaños vacíos?

Para nunca, ya se encargaron una derecha y la otra derecha de modelar un sistema tal que atajase la amenaza de otras fuerzas políticas alternativas, y quien piense que PPSOE va a renunciar a sus intereses para hacer un sistema más justo solo merece ser felicitado por su aún intacta candidez.- Alfredo Sánchez Llamas. Madrid.

Por raro que pueda parecer a sus votantes, a Mariano Rajoy no se le conocen poderes mágicos. Lo aviso para tratar de despejar las falsas expectativas que se han generado en la gente con respecto a las virtudes de un cambio de caras al frente del Gobierno de España. Quien gobierne a partir de diciembre tendrá las mismas dificultades que tuvo Zapatero, las mismas imposiciones foráneas, la misma incertidumbre financiera, más desempleo, más dificultades para mantener los derechos sociales, sobre todo si se aplican las políticas de derechas de las comunidades gobernadas por el PP.

Las varitas mágicas solo existen en las viñetas de Peridis.- Pedro Loureda. Madrid.

Ya está bien de calificar de "izquierda" al nacionalismo vasco. La izquierda es esencialmente internacionalista. El nacionalismo es una opción política de extrema derecha. Aquí y en las chimbambas. Es lamentable que los medios de comunicación se hayan tragado el anzuelo. Calificar de "izquierda" al abertzalismo es insultar a muchísimos ciudadanos. Dolores Navarro Madrid

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