Una enferma grave que no puede trabajar se queda sin ayudas
"No puedo trabajar. Estoy enferma del corazón y los pulmones [...] Hace ocho años que no veo a mi hija, y no puedo volver a mi país". María N. Suárez no puede contener las lágrimas cuando cuenta su historia. Colectivos sociales denunciaron ayer "el trato irrespetuoso y vejatorio" hacia esta boliviana por parte del Ayuntamiento de Bilbao y de los agentes municipales adscritos al Negociado de Control e Inspección.
Suárez enfermó de gravedad en octubre de 2010. Tras permanecer ingresada más de un mes, recibió el alta con controles continuos y un catéter conectado a una máquina que le mide el ritmo cardiaco y de los pulmones. Los médicos le prohibieron trabajar y no descartan que en un futuro próximo deba someterse a un trasplante cardiopulmonar. Pese a ello, Acción Social, tal y como explicó su abogado, Patxi de la Fuente, deja de entregarle la Renta de Garantía de Ingresos tras concluir, "sin probarlo", que trabaja. "La Diputación no responde a los recursos presentados. No se garantizan los derechos", criticó.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.