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LAS ESCUCHAS POLICIALES DEL 'CASO ARENA'

"A Feijóo el justiciero le gusta dar lecciones de moral en piel ajena"

Escribano culpó al presidente de intentar echarle cuando el sumario era aún secreto- "Feijóo está herido por reunirse con Dorribo y me quiere cortar la cabeza"

"Feijóo, el justiciero, me quiere cortar la cabeza. Le gusta dar lecciones de moral en piel ajena". Con ese desparpajo y evidente desprecio se despachaba Javier Escribano contra su jefe de filas y presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, justo una semana antes de verse forzado a renunciar a su acta de diputado autonómico, imputado por cohecho y tráfico de influencias. Fue en una conversación intervenida por la policía el pasado 22 de octubre, en la que charlaba con un compañero de partido sobre una investigación aún secreta que nadie debía conocer, y mucho menos él, que era la persona investigada.

Escribano, lejos de disimular que sabía de las escuchas, no ocultaba su enfado con la dirección del PP gallego, que primero le advirtió de que estaba bajo la lupa de la justicia y después lo presionó hasta acelerar su salida del Parlamento, que se produjo el 29 de octubre, antes del inicio de la campaña. "Me están diciendo que me vaya, ¡joder!", le cuenta Escribano a su amigo. "Los he convencido de que, como mínimo hasta que no salga algo, de aquí no me voy. Es el hijo puta del Feijoo, que me quiere cortar la cabeza", asegura. Todo quedó recogido en los pinchazos recopilados por la unidad de delitos económicos y fiscales (UDEF) de la policía durante cinco meses de investigación judicial.La policía tiene muy claro, y así lo hizo constar en los informes a los que ha tenido acceso este diario, que la dirección del PP estaba al corriente de la investigación "sin duda alguna". Varios contactos telefónicos entre Escribano y el alcalde de A Coruña y presidente del PP en esta provincia, Carlos Negreira, los días 17 y 19 de octubre, y las conversaciones posteriores del exdiputado en las que menciona expresamente a Carlos (Negreira) y Puy (Pedro) prueban "el conocimiento que el PP tenía de la investigación en curso".

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"El tema es que el partido no me quiere defender y yo les voy a obligar a defenderme", le explica Escribano a la misma persona, repitiendo una y otra vez que él "está limpio". "Aquí no importa si eres inocente o culpable. Importa que el titular pueda salpicar a Feijóo", prosigue. "Lo cómodo para Feijoo es, ¿sabes?, dar lecciones de moral en la piel de los demás. Ahora está herido con lo de la Operación Campeón, de haberse reunido con el otro [el empresario Jorge Dorribo, implicado en un fraude de subvenciones públicas] y necesita cortar otra cabeza para decir: hostia, Feijóo, el justiciero". No es la única vez que Escribano se refiere al caso Campeón en sus charlas e incluso llega a afirmar que su "compañero de escaño" (en alusión al exdiputado popular Pablo Cobián, acusado por Dorribo de recibir comisiones) había "cobrado para él".

"No me contaba nada pero le conozco. Me sentaba con él, horas y horas. Cobraba para él, para él, joder. Para él y para su hijo, para el equipo de karts y al carajo", le cuenta el exdiputado a una familiar el día 20. Los investigadores puntualizan que Escribano "parece referirse a Pablo Cobián", que dimitió cuando Dorribo lo relacionó con cobros supuestamente irregulares a cambio de gestionarle una entrevista con Feijóo.

De las conversaciones de Escribano se deduce que cuando el caso aún era secreto la dirección del PP lo empujaba a renunciar al escaño siguiendo la estela de Cobián mientras él se aferraba a su acta de diputado. "Hago una gestión para que un empresario se reúna con un alto cargo de Administración, como ocurre todos los putos días en este país". El mismo empresario, Fermín Duarte, imputado en el caso Arena, contó a su hermana en otra charla intervenida por los investigadores que le había "regalado un Porsche [a Escribano] a cambio de alguna gestión". El exdiputado defiende no obstante que "con lo de Cobián ya se pasaron". "No puedes decir a la más mínima sombra a una persona que se aparte. Es escupir para arriba, y ahora le ha caído a él", alude a Feijóo y a su entrevista con Dorribo, que después de ese encuentro recibió subvenciones de la Xunta.

"Por este teléfono no me gusta hablar, no sé si lo tendrán cazado también", se despide por otro de los móviles que también tenía pinchado. Era el 22 de octubre. El TSXG levantó el secreto sumarial cinco días después, lo que forzó la renuncia de Escribano el 29. Ayer, la causa volvió al juzgado de Instrucción número 3 de Ferrol, donde arrancó en mayo el caso y proseguirá ahora que ya no es aforado.

El PSdeG anunció ayer que presentará una denuncia en el juzgado de guardia y un escrito a la fiscalía por si el chivatazo al PP fuese constitutivo de un delito de revelación de secretos. Además, los grupos munici pales socialista y del BNG en A Coruña exigieron explicaciones al alcalde de la ciudad para que justifique su participación en el soplo al exparlamentario del PP que frustró tres meses de investigación policial sobre un presunto caso de corrupción.

Escribano creyó que todo era un invento del PP para echarlo

"No me concretan nada". Aunque sabía que estaba siendo investigado y con el teléfono intervenido, Javier Escribano se quejaba a través de otro móvil que creía seguro de que no sabía qué pruebas podía haber contra él. El diputado tenía toda la intención de aferrarse a su escaño en el Parlamento gallego, pero el PP buscaba un atajo para empujarlo hacia la salida sin incomodarlo demasiado, pues de su acta dependía la mayoría en el hemiciclo, donde solo suma un diputado más que PSdeG y Bloque.

En las conversaciones de Escribano con sus allegados queda claro que el PP le comunicó su inminente imputación por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia. Para acelerar su marcha, la dirección de este partido añadió, según su relato, que EL PAIS y la Cadena SER estaban al corriente de la investigación. No era cierto. Según se desprende de los pinchazos, el alcalde de A Coruña, Carlos Negreira, su principal interlocutor en este caso, incluso llegó a apuntar al PSOE como responsable de la hipotética filtración periodística. Sin embargo, era la dirección del PP la que, según la policía, estaba al corriente de una investigación secreta. Lo revela el atestado que figura en el sumario del Tribunal Superior de Xustiza y que ahora vuelve al juzgado de Ferrol donde arrancó el caso. Los policías señalan en su atestado que "no cabe ninguna duda" de que el PP lo sabía.

"Primero me dicen que es un proceso judicial y no encuentro nada, ahora que es un tema del PSOE", explica, y da a entender que se lo comentó Carlos (Negreira), con quien se citó dos veces, los días 17 y 19, en A Coruña. "Yo hasta estoy pensando que a saber si es una puta invención todo", se lamentaba Escribano. Por entonces había llegado a la conclusión de que su partido se quería deshacer de él por la puerta de atrás del Parlamento valiéndose de una mentira.

Visita al fiscal

Esas dudas le llevaron a presentarse en la fiscalía del TSXG para que le concretase si era objeto de una investigación. Escribano se valió para ello de una amiga fiscal que le proporcionó el contacto. Todo, cuando el caso estaba aún bajo secreto. Por esas fechas había dejado de hablar por su teléfono móvil para sorpresa de la policía. "Tenlo claro, el tema es jodido, porque a mi de entrada me han dicho que lo mejor es que me vaya, que me dan cobertura y tal, pero quitarme", cuenta Escribano a un compañero de partido. "Ahora se sientan conmigo y todo cojonudo y fenomenal. Si mañana dejo de ser lo que soy, no me cogen ni el teléfono", se lamenta.

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