Camas en los pasillos de Urgencias del Ramón y Cajal
El servicio de Urgencias del hospital Ramón y Cajal pasó todo el fin de semana colapsado, según las quejas de varios pacientes que pudo comprobar este periódico. Camas en los pasillos con la consiguiente falta de intimidad; esperas de hasta tres horas para una radiografía que al final no se llega a realizar; salidas de emergencia bloqueadas por las mesas que usan los pacientes para alimentarse... Este fue el panorama que soportaron los pacientes ingresados en el servicio de Urgencias del hospital, situado al norte de la capital, junto a La Paz. Justo al lado de la zona de seguridad, los pacientes estaban expuestos a las miradas de cualquiera que pasara por allí. Este periódico pudo presenciar, por ejemplo, cómo, a las siete de la tarde de ayer, una paciente de unos 70 años se tenía que cubrir con su abrigo para evitar que la bata médica dejara al aire su espalda en un espacio público sin privacidad alguna.
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