2020: Europa deja de ser un espacio político

La sensación de caos e incertidumbre que se apodera de la UE conforme pasan las horas -ayer mismo, si habría o no hoy cumbre; si podría acudir o no Silvio Berlusconi a ella; si Angela Merkel reclamaba tal o cual cosa, con su inmediato efecto inmediato en las Bolsas; si deberá haber una nueva reunión de ministros para ajustar lo que hoy se pueda pactar...- coincide con la aparición de un libro de política ficción que desarrolla la tesis, entre otras, de que en 2020 la vieja UE habrá sucumbido a una realidad económica, financiera, demográfica, estructural, energética y de seguridad a la que los líderes de los Veintisiete no supieron dar respuesta en su día, es decir, ahora. "La eurozona se hundió en 2013" se lee en Transatlantic 2020. A Tale of Four Futures, un trabajo coordinado por dos politólogos de EE UU, Daniel Hamilton y Kurt Volker. Llegado 2020, "Europa ha vuelto a ser un concepto geográfico, no uno político".

Un libro de política-ficción sostiene que la eurozona se hundió en 2013

El volumen contiene aportaciones de especialistas de ambos lados del Atlántico y ofrece la singularidad de recurrir a la ficción en vez de al análisis convencional a la hora de alcanzar conclusiones enraizadas en hechos y tendencias ya existentes. "Hemos tomado lo que hay y hemos construido cuatro historias a partir de ello", dice Hamilton, que insiste en el carácter de fabulación de todo el ejercicio. Es como si a cuatro arquitectos se les ofreciesen una batería de materiales de construcción y acabasen construyendo cuatro casas distintas.

El capítulo titulado Live and let die (Vive y deja morir) es el que recoge, en forma de informe ficticio, el hundimiento de la UE que hoy conocemos, desgarrada por el ascenso de un Sur Global que ha hecho insostenible la presencia en su seno de un Sur Europeo. El punto de partida es algo que ronda muchas cabezas. Cuando "quedó claro a los mercados y luego a los líderes europeos que ningún rescate o dolorosas medidas de austeridad podrían compensar" la deriva que estaban tomando los acontecimientos, "lo que había sido impensable, la disolución de la zona euro, se convirtió en el único medio de salvar tanto a las economías sanas como a las tensionadas".

Europa queda dividida en una zona euromarco norteña formada por "países que hacen un esfuerzo por seguir siendo algo en el mundo", según Hamilton, y una Europa periférica sin vigor ni ambición que sobrevive con una mezcla de economía básica (agricultura y turismo), economía negra y tradicional modo de vida satisfecha del sur. "Se acabaron los sueños de Europa como importante actor global, de una sola Unión, de una superpotencia económica capaz de utilizar su fuerza e influir mediante el poder blando en el mundo", concluye el informe imaginario.

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