Barcelona, de par en par

Primero fue almacén de pintura y droguería, durante la dictadura de Primo de Rivera, ateneo popular; salón de baile, durante la II República y gimnasio de un boxeador y almacén de calzados, durante la dictadura de Franco. Desde 1986, esta construcción del siglo XVIII situada en la calle de Guifré, en el Raval de Barcelona, pertenece al diseñador gráfico Peret. "En 1990 me instalé en ella, tras restaurarla durante cuatro años. Aquí trabajo, vivoy ahora la abro para que todo el mundo la conozca, porque se ha de ver", comenta el artista. Como su vivienda, cargada de historias, más de 150 edificios abren sus puertas durante todo el fin de semana, gratis, a todo el que quiera visitarlos durante la segunda edición de la 48H Open House BCN. Una oportunidad única para acceder al interior de edificios que el resto del año están vetados, por ser edificios privados, bien de particulares, instituciones o empresas. En todos, los propietarios, arquitectos o voluntarios recibirán a los visitantes.

En el rehabilitado hotel España se encuentran pinturas de Ramon Casas

Viviendas como la de Peret, museos como Caixafòrum, instalada en la modernista Casarramona, mercados como el de la Llibertat; palacios como el de la Virreina y Moja, que alojan las sedes de Cultura de Barcelona y de Cataluña; monasterios como el de Pedralbes; bibliotecas municipales, como la nueva dedicada a Agustí Centelles en la calle de Urgell; edificios como la emblemática Torre de Collserola de Norman Foster, que tras entrar a formar parte del skyline de Barcelona en 1992, ha dejado de recibir visitas; centros de creación como Fabra i Coats y el canódromo, que estos días recibe un último impulso antes de ponerse en funcionamiento, la Central del Circ, construida bajo la enorme placa fotovoltaica del Fórum; cementerios como el de Montjuïc y Poblenou, en los que es posible ver grandes obras de arte de carácter funerario; instalaciones industriales como la fábrica Damm y el rehabilitado hotel España, donde se pueden admirar los mosaicos de Domènech i Montaner y las pinturas de Ramon Casas que representan un fondo de mar lleno de sirenas (con dos piernas). Es una pequeña muestra de los lugares que durante 48 horas se podrán visitar, algunos mediante cita previa, por lo que es recomendable consultar la página web www.48openhousebarcelona.org.

Las 25.000 personas que el año pasado secundaron la iniciativa escogieron como sus favoritos la Casa Pérez Samanillo, sede del Círculo Ecuestre, el Ateneo Barcelonés, el hotel Mandarín del paseo de Gràcia y el supercomputador Mare Nostrum, alojado en la torre Girona, uno de los más veloces de Europa. Todos repiten en la edición de este año, que cuenta con 70 incorporaciones nuevas. Jánice Moret, de la organización ArquitecturaReversible, responsable de la iniciativa, asegura: "Nos jugamos el trabajo de todo un año en un fin de semana". Entre lo más duro de su trabajo, "convencer a los propietarios para que se impliquen en esta iniciativa, que de entrada no les representa beneficios". Entre los edificios que ella más valora, por excepcionales, está la posibilidad de poder ver el Colegio de Médicos, "un ejemplo de arquitectura moderna", poder subir al Arco del Triunfo, accesible por primera vez en muchos años, y poder acceder a la azotea o al jardín urbano de la tercera planta del llamado Banco Atlántico, en la esquina de la Diagonal con calle de Balmes.