"Hay que ofrecer otras actividades artísticas relacionadas con la moda"
Javier González de Durana cambió las vistas al mar de Tenerife por las de Getaria y está encantado con su nuevo destino. El director del Museo Cristóbal Balenciaga ensalza el influjo del modisto guipuzcoano y destaca que sus creaciones no son "algo aislado"; hay que entenderlas y enfocarlas hacia la sociedad actual, la economía y las empresas del entorno.
Pregunta. ¿Qué supone dirigir el Museo Balenciaga?
Respuesta. Me siento feliz de estar en el Cristóbal Balenciaga Museoa porque me permite entrar de nuevo en la historia del arte que por circunstancias personales y profesionales hasta el momento no había recorrido. Alguna vez me había acercado a la historia de la moda pero con una curiosidad más científica que laboral. Por eso, la llamada para dirigir museo supuso mucha satisfacción.
P. ¿Cómo será el diseño del plan museológico?
R. Tenemos varios capítulos abiertos. No es un documento que se elabore en cuatro días. Llevará meses porque quiero que en esta tarea participe todo el equipo, que haya una implicación y lo sientan como un documento propio. Lo más urgente es la elaboración del organigrama, el reparto de las tareas, la descripción de la misión y valores del museo, el territorio de lo coleccionable y lo exhibible temporalmente. Espero tenerlo para la reunión del Patronato a principios de 2012.
P. ¿Qué posibilidades de desarrollo tiene el museo? ¿Se plantea experimentar con otras disciplinas artísticas?
R. Es absolutamente necesario. Hay que ofrecer otras actividades artísticas en torno a la moda, porque la creación de ropa no es algo que ocurre de forma aislada sino que tiene lugar dentro de la vorágine industrial, comercial, social y artística. La creación de vestimentas forma parte de ese mismo impulso del que participan las demás actividades colectivas. Cristóbal Balenciaga tendrá un papel central, su ropa tendrá un protagonismo permanente pero la comprensión de lo que supuso en su época tendrá que darse dentro de un contexto más amplio de interacción de las artes y el pensamiento.
P. Qué tipo de acciones artísticas, por ejemplo.
R. Todo está por plantearse pero la intención es que se aborde a Balenciaga a través de otros diseñadores de su época como Coco Chanel o Christian Dior o sus más cercanos seguidores como Givenchy o Hungaro. Con relación a otras disciplinas, la creación de Balenciaga con la arquitectura de Le Corbusier, porqué no, podríamos encontrar paralelismos obvios. O buscar sintonías, posibilidades de conexión con otros artistas como, por ejemplo, con Eduardo Chillida que vivieron los años 50 y 60 en plena creación. Seguro que tendrían algún nexo sus obras.
P. Un museo dedicado a un solo autor tiene mucho trabajo para mantenerlo vivo.
R. La obra de Balenciaga es bastante extensa y da muchas posibilidades a la hora de presentar muchas colecciones. También se pueden dar repeticiones de prendas entendidas en otros contextos. Hay muchos proyectos en mente...
P. ¿Con qué espacios se cuenta para las exposiciones temporales?
R. Estamos haciendo una adaptación de las dos salas que existen en el Palacio Aldamar para que los espacios sean más idóneos. No es un espacio muy grande pero vienen bien para exposiciones de tamaño medio. No descarto que con el tiempo uno de los dos pisos donde está presente la colección de Balenciaga se reforme. En una planta quedaría permanentemente dedicado a Balenciaga y la otra para exposiciones temporales en dimensiones de 800 o 1.000 metros cuadrados. Pero con la exhibición de la próxima colección, que será después de Semana Santa, nos plantamos en 2013 para poder adecuar ese nuevo espacio a exposiciones temporales.
P. ¿Cómo es la relación del museo con los vecinos de Getaria?
R. Es fantástica y queremos todavía ensancharla más buscando una osmosis con la sociedad local. Que puedan usarnos como un espacio de estancia, no solo como museo, sino un lugar para charlar, pasar la tarde, de manera que se les posibilitaría el acceso al atrium acristalado de una manera libre a la población de Getaria. Son gestos de relación con los vecinos que se irán ampliando.
P. ¿Cuál es el balance del museo desde su apertura?
R. El éxito del museo está siendo sorprendente, incluso va más allá de nuestras mejores expectativas. Hasta la fecha han pasado 54.000 personas desde el 10 de junio y la previsión era 45.000 hasta el 31 de diciembre. Pero lo más importante es la satisfacción que manifiestan los visitantes.
P. En épocas de recortes, la cultura es una de las más afectadas. ¿Están preparados?
R. Dependemos en buena medida de los recursos públicos pero entendemos que mermen y habrá que ser profesional a las duras y las maduras. Si hay poco dinero habrá que ser más imaginativo. Los ingresos por taquilla son un gran alivio que nos permite aliviar la carga económica a las aportaciones públicas en épocas de crisis. También genera ingresos la explotación del edificio.
P. La escuela de formación es un proyecto clave. ¿Cuándo estará en marcha?
R. La escuela de formación es una actividad paralela y singular del museo. Una actividad que no conozco que tenga otro museo del mundo. Un espacio importante dedicado al despliegue de actividades escolares o formativas. El Museo Balenciaga no se caracterizará tanto por las exposiciones temporales como por la escuela. Ahora mismo estamos en pleno debate sobre cómo orientar los contenidos. Este año 2011-2012 será de testeo, de ir viendo lo que funcionaría y lo que no en función de la demanda y la necesidad. Este año haremos pequeñas intervenciones a modo de ensayos. Pero habrá dos líneas, una más teórica de pensamiento relacionado con lo que es la moda y lo que le rodea desde el lado comercial, industrial o filosófico. Cómo es la sociedad en función de cómo vestimos. La otra vía sería una colaboración con la industria local tanto la que maneja tecnología punta como la textil para experimentar con tejidos y generar transferencia de conocimiento hacia las empresas.
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