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Columna
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La bromita

Elvira Lindo

Hay que ser muy ingenuo para, siendo una persona pública, utilizar el Twitter como si fuera un divertimento entre amiguetes. Hay que ser muy torpe y no haberse leído las instrucciones de uso para no saber que la dichosa frasecilla de 140 caracteres no se la estás contando al oído a los tuyos, sino que los vientos cibernéticos la ponen a disposición de cualquiera. Hay que ser poco elegante para que, en estos días en los que se avecina un cambio de partido en el Gobierno, un alto cargo del PP bromee con el puesto que puede perder una periodista de Televisión Española. Hay que ser muy burdo para bromear con algo que constituye uno de los cánceres de esta democracia: nada es estable, cuando los ganadores toman el poder defenestran a todos los cargazos y carguillos que nombró el partido perdedor, una de las pésimas tradiciones españolas que no se han sabido o no se han querido remediar. Hay que ser más patoso todavía si la víctima de tu broma es alguien que sabes que no goza de la simpatía de los tuyos, los que en breve estarán al frente de todas las instituciones.

De esto se extraen dos conclusiones: primera, que los asesores de campaña debieran dar unas clases aceleradas a los cargos públicos de cómo jugar al Twitter antes de que el ciberespacio se ponga perdido de meteduras de pata; segunda, que es una pena que la televisión pública esté siempre en el punto de mira de los que ostentan el poder.

Por otra parte, muchos de los que no tenemos un cargo ni lo tendremos nunca ni somos presas del sectarismo, pensamos, honradamente, que RTVE está atravesando unos de los momentos más ecuánimes de su historia. Así lo rezan las encuestas, por mucho que la señora Cospedal sostenga la idea contraria. Por algo será que un tuitero humorístico ha tenido el mal gusto de resumir con una gracieta el final que muchos nos estamos temiendo.

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Sobre la firma

Elvira Lindo
Es escritora y guionista. Trabajó en RNE toda la década de los 80. Ganó el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil por 'Los Trapos Sucios' y el Biblioteca Breve por 'Una palabra tuya'. Otras novelas suyas son: 'Lo que me queda por vivir' y 'A corazón abierto'. Su último libro es 'En la boca del lobo'. Colabora en EL PAÍS y la Cadena SER.

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