La Risa rebrotará en 2012

"¡Le hemos visto! ¡Está ahí! ¿Qué le digo?" Jon Iberaluce, de 11 años y con varios ejemplares de cómics de Mortadelo y Filemón en la mano, atisbó la figura del clásico de la historieta Francisco Ibáñez (Barcelona, 1936) aproximándose a la carpa del Arenal donde iba a firmar libros durante dos horas y media y se quedó sin palabras. El autor de personajes tan populares como Rompetechos o, sobre todo, los dos agentes de la TIA, se remangó, colocó a su lado una caja de rotuladores negros y desplegó su mejor sonrisa para recibir a los cientos de admiradores de todas las edades que ayer se acercaron al festival La Risa de Bilbao para conseguir su autógrafo. La larga cola que rodeaba la carpa le recibió con una salva de aplausos.

El padre de Mortadelo y Filemón fue recibido con una salva de aplausos

"Ha sido un festival diverso, con público diverso", dice su director, Juan Bas

A todo el que se acercó a su mesa le dedicó unas palabras de cariño y un dibujo personalizado. La primera de la cola era una familia cada uno de cuyos miembros procede de un rincón diferente de España. El padre, Manu, admirador de Ibáñez "desde chaval", es asturiano. La madre, de Bilbao, y los hijos, Unax y Yago, nacieron en Tenerife.

No pocos quisieron aprovechar la ocasión para obsequiar al historietista con retratos y hasta cómics propios. "Igual tenías que firmarme tú a mí en vez de al revés. Sigue dibujando, que lo haces muy bien", dijo a uno de los pequeños que le regaló un tebeo.

"Empecé con los Pulgarcitos. En aquella España negra y oscura esperaba cada semana con ganas a Mortadelo y Filemón", rememoraba Luis Julián, quien tenía diez años cuando Ibáñez empezó a publicar sus primeras historietas. La organización pidió que solo se llevase un ejemplar a la firma, pero hubo quien portaba auténticos cargamentos.

Nunca antes había coincidido que Ibáñez firmase ejemplares al tiempo que, justo al lado, se celebrase una exposición sobre su obra, como la que el festival La Risa, que cerró ayer sus puertas, ha mantenido abierta durante toda la cita.

Antes de empezar la firma de libros, La Risa entregó el premio al ganador de su certamen de microcuentos. El jurado, que leyó en voz alta el nombre de cada uno de los 10 finalistas, optó por La elección, de Jesús Lozano, entre las 252 obras presentadas este año.

El director del festival, Juan Bas, se mostró encantado con la acogida a esta segunda edición. "Ha sido un festival diverso, con público diverso también, al que se le han añadido elementos nuevos con respecto al año pasado. Ha quedado patente que lo literario, los espectáculos intelectuales, siguen atrayendo a la gente", dijo.

Entre las propuestas con más éxito, Bas destacó la entrevista de Joaquín Berges a David Lodge, las actuaciones de Pedro Reyes y la orquesta Le Snob y el diálogo sobre humor y totalitarismo entre el dramaturgo Albert Boadella y la gestora cultural Tatiana Pigariova. La intención de Bas para próximas ediciones pasa por "mantener la categoría internacional" del "único festival de literatura de humor en Europa".