El 'lehendakari' prioriza sus propuestas económicas al debate político de la paz

El lehendakari, Patxi López, está convencido de que la mayoría de la sociedad vasca prefiere que se le aporten soluciones concretas en la lucha contra los efectos de la crisis por delante de interminables debates políticos sobre el futuro del denominado conflicto vasco si, además, ETA sigue existiendo. Sobre este manto dialéctico insertará su discurso en el Pleno de Política General con el que se arranca la actividad en el Parlamento vasco tras las vacaciones de verano, más allá de las comisiones internas.

Un año después de que el PNV amargara a todo el Gobierno vasco y a la cúpula del PSE-EE con la consecución de las transferencias de las políticas activas de empleo ante la flagrante debilidad de Zapatero, los socialistas pretenden hoy que se den las condiciones suficientes para dinamizar la proyección de liderazgo del lehendakari en un momento político de especial significación. Con las encuestas en contra, a menos de dos meses del 20-N, y con la izquierda abertzale polarizando el debate, López, acuciado por los efectos de la crisis en la capacidad de gasto de su Ejecutivo, perseguirá la conquista de su propio espacio "desde la responsabilidad" y "en la línea de sus propuestas en empleo, fiscalidad y de convivencia", añaden desde su grupo de colaboradores.

López pide un relato fiel sobre lo que ha pasado hasta llegar al fin de la violencia

El lehendakari enfatizará en la búsqueda común de soluciones al desempleo después de ofrecer un análisis de situación de que "Euskadi va mejor que la media" de España, pero que "queda camino por recorrer". Es aquí, como ya hizo en un acto de su partido en Barakaldo, donde pedirá "un esfuerzo más" de la patronal, pero siempre "desde la responsabilidad compartida" y "nunca desde la exigencia". Y en este contexto, desgranará las líneas básicas de un plan en favor del empleo juvenil que quiere convertir en un elemento decisivo para el resto de legislatura.

Pero consciente de que el PNV se refugiará en su crítica a "la inanición" del Gobierno vasco, López se afanará en pasar revista al cuadro de logros con la eximente de "haber hecho más con menos", en clara alusión al recorte presupuestario derivado de la caída de la recaudación y de las exigencias de ahorro. Será desde aquí desde donde planteará "que se van a seguir desarrollando" los principales proyectos puestos en marcha en el área de infraestructuras, educación y sanidad, principalmente, convencido de su conocida apuesta ideológica por el "sostenimiento de los servicios públicos".

Llegados a esta parte de su discurso, López tendrá la oportunidad de recordar que su advertencia de acometer una revisión de la política fiscal en Euskadi, que ya esbozó en 2010 a la espera de los resultados del 22-M, "no es un acto de intromisión" en la capacidad de las Diputaciones, sino una "responsabilidad" que le confiere el Estatuto.

Con todo, el lehendakari y su entorno son conscientes de que los titulares esperarán a la recta final de su primera intervención plenaria, en la que abordará cuál debe ser el camino a seguir en un futuro escenario de paz. Eso sí, no se referirá en ningún momento a vencedores ni vencidos, pero será contundente en reivindicar cómo debe formularse el auténtico relato "de todo lo que nos ha pasado y porqué ha pasado" ya que a López "le preocupa cómo queda reflejado en la memoria histórica".

En el PSE-EE se admite que un liderazgo del lehendakari en el cauce de este escenario de futuro sin violencia "sería el mejor broche" a la legislatura, pero, precisamente por ello, saben que "no se lo permitirán". López, en todo caso, ofrecerá una reflexión personal que no ha querido compartir siquiera con sus más próximos. Desde PNV y PP se escuchará con especial atención. Los nacionalistas, quizá bajo la sombra alargada de la presión electoral de Bildu, vienen ofreciendo un discurso que "agrada" entre los socialistas. En el caso del PP, el interés podría reducirse a que este debate no tome excesiva carrerilla para no atormentar a Rajoy desde su primer día en Moncloa.