El nuevo fantasma recorre Europa

Parafraseando a Marx, un nuevo fantasma recorre Europa de la mano de la derecha conservadora y con la colaboración inestimable de los autodenominados partidos socialdemócratas: el entierro definitivo del Estado de bienestar.

La reducción drástica del gasto público -incluido el gasto social en educación y sanidad- en el contexto de una situación de crisis económica con una demanda agregada profundamente deprimida -debido al paro, los bajos salarios y la falta de crédito a las empresas- con la coartada de combatir una deuda y un déficit presupuestario público excesivos constituye, sin duda, un torpedo en la línea de flotación del Estado de bienestar y una apuesta por un Estado mínimo. Los ciudadanos de izquierdas no podemos quedarnos impasibles ante semejante desafuero.- José Antonio Pozo. Madrid.

Hablar de recortes en educación es motivo de ensañamiento y descalificación personal y política, actitud propia de personas intolerantes y de países con regímenes políticos totalitarios. Probablemente nadie quiera hacer recortes ni en educación ni en otros muchos asuntos.

Sin embargo, la realidad del momento presente por la que atraviesa la economía y el desempleo en España no permite incrementar la deuda del país o los impuestos a los ciudadanos. Hace unos años, hablar de reforma en las pensiones, suponía ser tachado de antipatriótico, después, resultó imprescindible y necesario; el retraso en esta reforma, ha supuesto para los trabajadores aumentar el número de años de cotización y una disminución en las cantidades a percibir en la pensión.

Efectuar recortes hoy, puede ser costoso, pero dejarlos para mañana, podría suponer un sacrificio mayor. En esta situación, pienso que es necesario abordar con serenidad que los ciudadanos tengan el derecho y puedan elegir con total libertad la educación y la sanidad que quieren, ya sea pública o privada, al Gobierno facilitarla a un menor precio, sin disminuir por ello la calidad y su gratuidad.