La juez archiva la causa contra seis 'mossos' por un pelotazo de goma

La titular del Juzgado de Instrucción número 25 de Barcelona ha archivado la causa contra seis agentes de los Mossos d'Esquadra que estaban imputados por haber herido, con una pelota de goma, a un joven durante la celebración de la Champions de 2009. Tras tomar declaración a los seis policías, la juez concluye que actuaron según el protocolo y considera creíble su versión de los hechos: que en ningún momento dispararon en la calle de Unió, donde Jordi Naval, de 26 años, fue alcanzado y perdió un ojo.

En su resolución, la juez admite que Naval fue herido como consecuencia de una pelota de goma, como constataron los informes periciales. Pero decide dar carpetazo al asunto porque no hay autor conocido ni hecho delictivo que pueda perseguirse. La abogada de la víctima, Marta Colls, ha presentado un recurso contra el archivo provisional decretado por el juzgado.

La letrada de Naval solicita al juzgado la práctica de nuevas diligencias; por ejemplo, que se tome declaración como testigos a los profesionales del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) que atendieron a Naval aquella noche.

El Departamento de Interior facilitó al juzgado la identidad de los seis mossos de la Brigada Móvil (antidisturbios) que estaban más próximos a la calle de Unió para contener los disturbios por el triunfo del Barça, que se saldaron con más de un centenar de heridos. El caso ya fue archivado inicialmente por la misma juez, pero la Audiencia de Barcelona le obligó a reabrirlo.

Este no es el único caso en el que los agentes antidisturbios de los mossos se han visto envueltos. El jueves, otros tres policías declararon ante el juez acusados de herir en un ojo a Oscar Alpuente. La lesión se produjo el mismo día que la de Naval, durante la celebración de la final de la Champions de 2009. Los agentes admitieron que dispararon las pelotas de goma contra los alborotados, pero defendieron que lo hicieron siguiendo los protocolos establecidos.

A consecuencia del pelotazo, Alpuente, que entonces tenía 28 años, perdió la visión de un ojo. El hombre niega cualquier implicación en los incidentes y asegura que recibió el pelotazo cuando se dirigía a su coche. El caso sigue abierto.