Un Matadero de cine

Eran las naves del frío y el calor. Por un lado, las neveras donde se apilaban las barras de hielo para refrigerar las carnes de las reses y, al otro, la caldera de carbón. Ayer, esos espacios industriales del antiguo Matadero de Madrid reabrieron sus puertas convertidos en una flamante Cineteca.

Se trata de un nuevo espacio dedicado al cine de no ficción: experimental y documental. Será el también director de Documenta Madrid, Antonio Delgado, el responsable de la gestión de este complejo cinematográfico con dos salas de proyección (la Sala Azcona, con 239 butacas, y la Sala B, polivalente y con capacidad para otros 90 asientos), un plató de rodaje, un archivo y una cantina con patio-terraza.

Habrá sesiones a tres euros todas las tardes de miércoles a domingo

"Es la primera sala de España dedicada al documental", asegura el director

Los artífices de esta espectacular rehabilitación, que ha requerido una inversión de seis millones de euros, son José María Churtichaga y Cayetana de la Cuadra. Bajo la filosofía de que "la mejor rehabilitación es la que menos interviene en este tipo de espacios robustos, desnudos y tan crudos", esta pareja de arquitectos ha conseguido mantener las edificaciones originales y adaptarlas a las necesidades y a los nuevos usos requeridos y, al mismo tiempo, hacer invisibles las tripas de los edificios. Las neveras y la caldera del antiguo Matadero habitan en otra piel, originalmente cosida mediante técnicas de cestería con mangueras de riego industriales.

Arganzuela gana dos pantallas y, siguiendo el espíritu del Matadero como centro de creación y experimentación artística, apuesta por el cine de no ficción, documental y experimental. "Se trata de la primera sala de España dedicada al cine de no ficción, y esperemos que no sea la última", decía Delgado durante la presentación de ayer, a la que acudieron la concejal de las Artes, Alicia Moreno, y el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón: "Como ahora no se puede hablar de buena política, hay que llamarlo magia", bromeó el regidor.

La programación comenzó ayer con largometrajes de los ganadores de la última edición del Festival Documenta Madrid 2011, como la película Sotchi 255 (2010), de Jean-Claude Taki, que recibió el primer premio en la Sección Internacional de Largometraje Creación y que se proyectará hasta el 2 de octubre. El filme chino, prohibido en el país asiático, Karamay (2010) -seis horas de imágenes y testimonios dirigidos por Xu Xin sobre el drama vivido en esa ciudad petrolera china en la que 329 personas, la mayoría niños, murieron asfixiadas en una celebración institucional de la que salieron ilesos todos los dirigentes- se podrá ver desde el 25 de septiembre hasta el 2 de octubre. Y, del 5 de octubre al 9, se proyectará uno de los documentales del año: Inside Job, de Charles Ferguson, ganador del Oscar al Mejor Documental en 2010.

Habrá sesiones todas las tardes de miércoles a domingo. Las entradas para los dos primeros días son gratuitas, por ser jornada de puertas abiertas. En adelante, tendrán un precio de tres euros.

La ampliación de Matadero Madrid