Los profesores paran los institutos
La huelga en Madrid tiene un seguimiento mayoritario - Galicia se suma hoy al paro - Padres y alumnos apoyan las protestas en una gran manifestación
"Han conseguido cabrear hasta a los suyos", dice Carlos Herrán, profesor desde 1977 y director del instituto público Gran Capitán, de Madrid, en referencia al enfado que el Gobierno de la Comunidad, del PP, ha causado entre los docentes de la escuela pública, incluidos sus simpatizantes. En esa frase están contenidas todas las claves de la huelga docente que ayer impactó en los institutos públicos madrileños: el componente político en un sector muy ideologizado y normalmente muy dividido, pero que ahora se ha unido, por una vez, por ese extendido descontento. En consecuencia, el paro contra el recorte de profesorado interino obtuvo ayer un seguimiento mayoritario en su primera jornada.
"Han conseguido cabrear incluso a los suyos", dice un director
Los estudiantes acudieron a los institutos, abiertos en horario normal
Según el cálculo de EL PAÍS, que ha recabado los datos de 35 institutos públicos de la región (de un total de 340), el seguimiento fue del 69% del profesorado de secundaria, unos 21.000 profesionales. Aunque no coincide, esta cifra se acerca más a la que ofrecieron los sindicatos (78%) que a la que dio la Comunidad de Madrid (43%). Los sindicatos CC OO, FETE UGT, CSIF, STEM y ANPE, convocantes de la huelga, dijeron que había sido un éxito, pues ningún instituto dio ayer clase con normalidad.
La Comunidad de Madrid fue ayer el corazón de unas protestas que están teniendo eco en toda España para reclamar que no se recorte en educación, aunque haya que apretarse el cinturón. Hubo concentraciones sindicales en Palma de Mallorca, Santander, Murcia y todas las capitales de provincia de Andalucía, Castilla y León y Castilla-La Mancha (salvo Cuenca) que sumaron varios miles de manifestantes. Y hoy, a la segunda jornada de paro en Madrid se suma la huelga en Galicia. Tanto en una como en otra autonomía, así como en Cataluña, Navarra y Castilla-La Mancha, los Gobiernos autónomos han reducido el número de interinos en la escuela pública aumentando las horas de clase a los funcionarios.
Madrid ha sido el centro de la polémica, pues el tono de la discusión se ha ido elevando en las últimas semanas, sobre todo, por las declaraciones de la presidenta, Esperanza Aguirre, que acusó a los profesores de trabajar poco y encima quejarse, aunque luego se disculpó. Ayer mismo señaló al PSOE y a su candidato, Alfredo Pérez Rubalcaba, como instigadores de las protestas, así como a "liberados sindicales", a los del 15-M y a "los de la ceja", en referencia a los escritores y cineastas que han apoyado la movilización.
Todo eso ha irritado mucho a los profesores, a todos, como decía Carlos Herrán, el director del Gran Capitán. En ese instituto, situado en la capital madrileña, muy cerca del estadio del Atlético de Madrid, el patio y el campo de deporte estaban llenos de alumnos que no tenían quién les diera clase sobre las 10.30 de la mañana. En total, hay unos 230.000 alumnos de ESO, bachillerato y FP en la Comunidad de Madrid que se verán, también hoy, afectados por la huelga.
En general, los estudiantes asistieron a sus centros como de ordinario, aunque no tuvieran muchas clases, y fueron atendidos, como mínimo, por el director y el jefe de estudios, así como por el personal de administración. Porque las aulas estaban abiertas.
El seguimiento de la huelga, eso sí, fue desigual. En algunos institutos, como el Joaquín Turina, en la capital, se situó por debajo del 25%; en otros, como el Duque de Rivas, de Rivas Vaciamadrid, alcanzó el 100%. "Yo he tenido casi todas las clases", decía un alumno del Beatriz Galindo, en el exclusivo barrio de Salamanca.
El Lope de Vega, en el centro de Madrid, parecía ayer un edificio fantasma. Pequeños grupos de alumnos descendían por los pasillos. Las aulas de los dos primeros pisos estaban vacías. Fuera, una veintena de docentes en huelga discutían. La de Geografía e Historia era la más enfadada. El recorte le obliga a asumir "temporalmente" dos grupos de alumnos de 2º de bachillerato. Da clases a 52 jóvenes: "Algunos las siguen de pie, no hay sillas para todos". Discutían sobre los desdobles perdidos, sobre jornadas en las que no darán abasto. A sus espaldas, un cartel: No a los recortes.
Carteles muy parecidos a los que se vieron por la tarde en la manifestación que reunió a unas 40.000 personas en el centro de Madrid. Padres y alumnos se unieron a los docentes en su queja. La madre de la familia Calveche se quejaba de que en el instituto de su hijo hay cinco inmigrantes que no saben español y no hay nadie que les pueda atender bien. En el ambiente, de nuevo, la defensa de la enseñanza pública frente a la política privatizadora que, consideran los movilizados, se fragua en la Comunidad de Madrid.
En estas últimas semanas, muchos profesores han insistido en que el ahorro de 80 millones de euros que supone el recorte de interinos en Madrid es equivalente a lo que el Gobierno regional dejará de ingresar por el aumento de las desgravaciones fiscales a familias con ingresos de hasta 30.000 euros por cabeza, cuyos hijos van a la escuela privada. La Comunidad lo niega. Las desgravaciones son por la compra de material escolar.
Las connotaciones políticas son manifiestas a apenas dos meses de las elecciones generales. Y lo serán más si en el resto de autonomías donde ha habido recorte de interinos (todas con Gobiernos conservadores) las protestas obtienen el seguimiento que ha habido en Madrid. Hoy se verá cómo se desarrolla la huelga en Galicia (hay otra el 27), y en los próximos días, los sindicatos decidirán si convocan paros y huelga en octubre en Navarra. De momento, los directores de instituto de esa comunidad no dimitirán en bloque, como se plantearon. En Castilla-La Mancha también se están discutiendo paros y huelgas.
Las protestas se extenderán por toda España, advierten los sindicatos, hasta el 22 de octubre, día en el que está convocada una gran manifestación en Madrid en defensa de la escuela pública y contra los recortes. CC OO calcula que este año habrá 30.000 profesores menos, entre la rebaja de interinos y las jubilaciones que no se cubren. Es decir, en torno a un 6% del profesorado de los centros públicos de toda España. Los Ejecutivos autónomos se defienden asegurando que los ajustes son necesarios por la crisis y que no se va a ver afectada la calidad de la educación.
Sin embargo, docentes y padres (la federación mayoritaria de padres de la escuela pública, CEAPA, apoya las movilizaciones) consideran que el descenso de profesores deteriorará la calidad de la escuela, pues significará menos horas para clases de apoyo, desdobles, refuerzos o menos tiempo para preparar las lecciones.
Con información de Pilar Álvarez, Juan Diego Quesada y Amaia Arrarás.
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