El sueño de una ciudad siempre conectada

La red Biznaga -en alusión al adorno floral típico de Málaga- es una de las principales apuestas del alcalde de la capital malagueña, Francisco de la Torre (PP), para la universalización de las nuevas tecnologías de la información. La idea original era convertir Málaga en la primera ciudad europea con acceso público gratuito a Internet desde una red inalámbrica. Sin embargo, en abril de 2008, tras consultar con la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT), De la Torre tuvo que renunciar, ya que el organismo regulador consideraba que una red wifi de acceso universal iba contra el principio de libre competencia de las operadoras.

El Ayuntamiento tuvo entonces que conformarse con ofrecer acceso gratis a la red únicamente en los edificios de titularidad municipal. Para ello instaló 45 antenas wifi en centros como la casa consistorial, las juntas de distrito, la Fundación Picasso, las bibliotecas municipales, el palacio de deportes Martín Carpena o la estación de autobuses. El consistorio, en contra del criterio de la CMT y ahora de la Audiencia Nacional, sostiene que la red funciona en régimen de "autoprestación", es decir, que sirve para "satisfacer las necesidades propias del servicio municipal". Además, el servicio solo se ofrece en el interior de los edificios públicos y nunca en calles, parques o plazas, aunque puntualmente se pueda captar la señal en el exterior, ya que las antenas tienen una cobertura de entre 30 y 100 metros. En teoría, el acceso a Internet se restringe a páginas web del Ayuntamiento y sus sociedades públicas y los usuarios debían registrarse en el servicio con su DNI. Sin embargo, la Audiencia Nacional ha detectado que el acceso comprende todo tipo de páginas con la única restricción de aquellas con contenidos violentos o pornográficos. La red, que supuso una inversión de 100.000 euros, no está habilitada para que los usuarios entren en páginas de descarga de contenidos.

En enero de 2010, la red Biznaga contaba con 1.416 usuarios registrados. Un mes más tarde, la CMT impuso al Ayuntamiento una multa de 300.000 euros -la más alta que ha recibido una corporación local del organismo regulador- por poner en marcha la red Biznaga sin haberse dado de alta en el registro de operadores.