Colosal Djokovic
Podemos calificar de espectacular la final disputada en Nueva York por dos grandísimos campeones. Fue un partido que, por momentos, nos levantó a todos los amantes del tenis del sillón, con unas bolas y golpes increíbles. En el caso de Djokovic, estamos ante un jugador en un estado superlativo de forma y confianza. Sería muy injusto pensar que el serbio se llevó el torneo por parar el partido al inicio del cuarto set por problemas físicos, con llamada al fisioterapeuta incluida. Nunca me han gustado las excusas y tanto Rafa como su equipo no achacaron su derrota a este suceso. Bien que hacen, ya que no perder el tiempo en elementos ajenos a ellos les hará mejorar y encontrar soluciones en un futuro próximo en este enorme reto al que se enfrentan.
No me gustan las excusas y Rafa hizo bien en no achacar su derrota al parón de Nole por problemas físicos
Creo que este partido puede marcar un cambio para los enfrentamientos que van a llegar en el futuro. Por primera vez este año, Rafa tuvo al serbio grogui durante ciertas fases del partido, le jugó de tú a tú, y consiguió que el ritmo y el control del partido no lo tuviera su rival. Durante los últimos partidos que han enfrentado a estos dos jugadores, he tenido la sensación de que Rafa dependía mucho de Nole, de que cuando conseguía ponerle en problemas e incluso ganarle algún set era más porque su rival bajaba el ritmo; pero que cuando lo subía de nuevo, era inalcanzable. Me encantó el Nadal del tercer set, tanto por juego como por actitud. Quizás empezó a desplegar su mejor versión cuando ya era un poco tarde, dos mangas de ventaja a estos niveles es muchísimo, incluso para él.
El saque, que a priori era clave, no le acompañó durante el partido, obteniendo apenas puntos gratis, llegando a ganar menos del 50% de puntos con el servicio, hecho que le habrá pasado apenas un par de veces en toda su carrera. El no tener la iniciativa del punto durante dos sets y medio hace que el resultado dependa en cierta manera de tu rival, además de que el desgaste propio sea mucho mayor. Había puntos en los que Rafa casi desaparecía de la pantalla, y aunque tengas uno de los mejores físicos de la historia de este deporte, todo tiene un límite como pudimos observar en el cuarto set, donde las piernas ya no funcionaban debido a ese ritmo brutal impuesto por Djokovic.
Me quedo con ese tercer set, donde Rafa le puso contra las cuerdas, se estableció en la línea de fondo y soltó el brazo como él sabe hacerlo, repartiendo sus derechas de lado a lado. Ese es el camino, no dudo de que el plan de ataque fuera ese desde el principio, pero la grandeza del deporte son esas pequeñas cosas que no se ven por la tele, ni desde la grada, sino que las siente solo el protagonista, los nervios, la tensión, que te impiden ejecutar todo lo que estás pensando.
Solo nos queda disfrutar de esta hermosa rivalidad. Enhorabuena a Djokovic y a Rafa por tan hermosos momentos que nos dan en la pista.
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