La magia de Brossa enraiza en La Seca
Seis magos inaugurarán el equipamiento barcelonés el día de la Mercè - La programación del nuevo espacio de artes escénicas y visuales incorpora el circo
En estos tiempos de desesperanza, todavía algunos sueños se hacen realidad por arte de magia, y nunca mejor dicho. El minúsculo pero tan enormemente imaginativo y entrañable Espai Brossa de la calle de Allada Vermell, consagrado a la memoria del poeta, ha consumado su metamorfosis y su traslado al poderosos edificio rehabilitado de La Seca, en la calle de Flassaders, que durante 500 años acogió la real fábrica de moneda de la Corona de Aragón, hasta la llegada de los Borbones.
El nuevo equipamiento dedicado a las artes escénicas y visuales abrirá sus puertas el próximo día 24, festividad de la Mercè, con un guiño al viejo Espai Brossa (que funcionaba desde diciembre de 1997 hasta su cierre el pasado julio) y a su santo patrono: la cuarta edición de las 12 horas de magia de Barcelona, un maratón en el que seis magos realizarán 12 actuaciones de 45 minutos cada una. Empezará a las 12.00 del mediodía y finalizará a medianoche. Participarán Charlie Mag, Magnolo, Mag Gerard, Moustache, Isaac y Hausson, encargado además de llevar la varita (mágica) del asunto.
La Seca-Espai Brossa (con logo de Perejaume), que se convierte en la tercera de las "fábricas de creación" impulsadas por el Ayuntamiento de Barcelona, presentó ayer su programación para la temporada. Una programación ambiciosa, imaginativa y llena de ilusión (ismo) bajo el afortunado lema Acuñando nuevas escenas.
El nuevo equipamiento de La Seca le supone al Espai Brossa, que a partir de ahora lo gestionará, pasar de unas dimensiones liliputienses (un escenario de cinco por cinco metros y un aforo de 60 espectadores) a la friolera de casi mil metros cuadrados. En el nuevo edificio, de tres plantas, no solo está previsto realizar espectáculos de teatro, magia y danza (en el pequeño Espai Brossa con un salto no es que salieras del escenario, es que te ibas a la calle), sino también incorporar otra disciplina tan brossiana como el circo.La Seca Espai Brossa, cuyo director artístico es Hermann Bonnin, arranca, según su manifiesto fundacional, "desde referentes brossianos y el irrenunciable compromiso de un servicio público para la creación. Aquella que dialoga con las vanguardias y la cultura popular, con la tradición y la modernidad. Que tiene el propósito de asumir el reto de la innovación y la transversalidad de los lenguajes y las autorías contemporáneas".
En La Seca Espai Brossa no solo se verá circo, danza, teatro, música, mágia, instalaciones plásticas y visuales "en un entorno de espacios acogedores de acceso público", sino que se ofrecerán talleres, seminarios, ensayos abiertos, debates, la "escuela del espectador" y el tradicional Barribrossa. La voluntad es "dirigirse a nuevos públicos e integrar la opinión del espectador". De momento, sin embargo, no habrá residencias de artistas: los sueños tienen límites en estos tiempos, como subrayó ayer Bonnin, que ha querido abrir La Seca con las "posibilidades reales". Las obras de rehabilitación del inmueble han costado 3,3 millones de euros.
La programación arrancará el día de la Mercè con las 12 horas de magia. Seguirán Nadir, de Quim Espanyo;, Rococó Bananas de los clowns musicales Los Excéntricos, y Pessoa, o que o turista deve ver, de Joan Fullana, basada en el libro del poeta portugés sobre los lugares que consideraba que debían ser visitado en Lisboa. Groucho me enseñó su camiseta, que llegará en noviembre, es un espectáculo musical de Damià Barbany en formato de cabaré literario con letras de canciones y textos de Manuel Vázquez Montalbán. A mediados del mismo mes Accidents Polipoètics (Xavier Theros y Rafael Metlikovez) presentarán su nuevo espectáculo, Ontologia general, con motivo de su 20º aniversario: un recital con repertorio clásico y textos recientes inéditos. En diciembre, En attendant l'inattendu, danza con Claire Ducreaux y Toni Mira. Un Nadal màgic por Navidad dará paso en enero a Piso de charol, de Hausson, con dirección de Bonnin, basada en las imágenes y coreografías de Busby Berkeley, sobre música de Duke Ellington. Con La monja enterrada en vida o Secretes d'aquell convent llega una de las obras de terror y grand guignol más populares de la Barcelona del XIX, dirigida ahora por Nao Albert y Marcel Borràs. En abril, 14:45 (Música entre dues guerres), del fructífero tándem Josep Galindo-Pablo Ley. Un ciclo dedicado a la poética de Josep Pedrals, un homenaje a la vida y obra de Brossa (El darrer triangle) por Pirates Teatre y una creación de Magda Puyo con Mar Gómez y Dolors Miquel (Pallarina, poeta i puta) cerrarán la programación en julio.
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