La partida de mus de Matxín
A la grande jugaba Wiggins (la general), acompañado por sus colegas que le pasaban las señas necesarias. A pequeña jugaron Purito y Nibali. Y ya se sabe, jugador de pequeña, perdedor seguro. Al juego jugaron muchos: el Euskaltel volvió darse una pechada para ganar la etapa y se quedó con 33 (la peor opción al mus). A pares jugaron mucho tiempo De la Fuente y Taaramae, hasta que al español le quitaron las cartas y le enviaron, como al 112, en ayuda de su compañero Cobo. Ganó la mano, como suele ocurrir en el mus habitualmente.
Joxean Fernández Matxín tenía un papelón que resolver en la partida. "Hemos jugado a la grande, echando un órdago", dijo al terminar, explicando por qué mandó parar a De la Fuente para que ayudara a Cobo, renunciando a la posible victoria de etapa. "Sé que David está dolido, pero teníamos que jugar esa baza porque no hay nada decidido", dijo.
Matxín cree que la Vuelta no se acaba en L'Angliru. "Aun queda Peña Cabarga, con llegada en alto, y Bilbao, que puede también marcar diferencias viendo como está la clasificación". Antes, David de la Fuente, resignado, con su jugada de pares en las manos, ponía cara de póker para explicar lo que sintió cuando el pinganillo le dijo que parase en auxilio de su compañero. "Son decisiones de equipo y lo que espero es que el equipo entienda el sacrificio que he tenido que hacer, aunque sé que lo entenderá", afirmó solidario. Al final ganó Taarame. ¿O fue Wiggins? ¿Quizás Cobo?
Las partidas de mus ya se sabe que se basan en el engaño. El embrollo, tendrá su primera solución en L'Angliru, donde se espera otra fuga, y quizás más ataques desesperados, si es que quedan ganas o fuerzas, que a estas alturas viene a ser lo mismo.
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