"La oposición es un aprendizaje. Hay que pasar por ahí"
María Luisa Graña entra en el restaurante a la hora convenida, hecha un pincel, y con dos pequeños madroños metidos en una bolsa de cartón. "Tienes que plantarlos, ¿eh? Se hace un agujero, se pone agua, se colocan los madroños, se tapan con tierra y se vuelve a echar agua".
En la bolsa hay también una memoria sobre sostenibilidad de Tragsa. La presidenta de ese grupo, una empresa pública dedicada al desarrollo rural y servicios agrarios, lanza su mensaje justo al momento de pedir el almuerzo. "Los españoles tenemos cierto pudor de lo nuestro y a veces hay que hablar de lo que hacemos bien, de lo que va bien", explica la exconcejal socialista del Ayuntamiento de Vigo. Se refiere a la actividad agraria, el desarrollo rural, al campo en resumidas cuentas, que también afronta su particular proceso de "cambio de modelo productivo".
La jefa de Tragsa y exconcejal de Vigo denuncia que se cuestione la política
La defensa del producto español llega casualmente ya ante un plato de lustrosos tomates con ventresca que la exconcejal sirve con habilidad en ambos platos. Graña asumió la presidencia de Tragsa en 2009, justo en el inicio de las vacas flacas. Poco después, el Gobierno pidió un duro tijeretazo a todas las empresas públicas. Ella lo llevó a cabo. "La mala", dice señalando una etiqueta imaginaria en su solapa, con cara de circunstancias. La empresa, explica, siempre ha obtenido beneficios, y el ajuste de plantilla, señala, se aplicó básicamente mediante la no renovación de contratos temporales.
Al margen de eso, ¿se divierte más en la empresa pública o en el Ayuntamiento de Vigo? "Mucho más en Tragsa". Claro... "En serio, yo en el Ayuntamiento de Vigo lo pasé mal. La oposición es muy dura, frustrante. Puedes protestar, a veces boicotear, pero ya está. Eso sí, creo que es un aprendizaje, todo el mundo debería pasar por ahí".
Las últimas encuestas (hasta el verano) señalaban que en las elecciones generales será el PSOE el que viva esa experiencia de la oposición. Graña no analiza esos sondeos. Solo recuerda, con otras palabras, que el partido está por jugar.
Una novedad de las próximas generales es la influencia que pueda tener el movimiento 15-M, el desapego o desprestigio de la clase política. "En fin, en la medicina hay buenos médicos y otros que no deberían serlo, pero desde luego nadie cuestiona la necesidad de la medicina. Con la política creo que debe ser igual", opina.
En los últimos comicios, la presidenta de Tragsa ejerció de interventora del PSOE en un colegio electoral y se encontró con la pregunta más inesperada por parte de una votante. "Era una chica muy jovencita, debía de ser la primera vez que votaba. Aun viendo que yo era interventora, va y me dice muy educada: 'Oiga, ¿me puede decir que tengo que hacer para votar nulo?'. Me dejó tan impactada esa frescura...". ¿Y le explicó cómo votar nulo? "Le dije lo que era un voto nulo", responde, pero añade: "A esa joven le importaba la política, porque se había tomado la molestia de ir hasta allí".
¿Y esa muchacha votará en las próximas generales? "No lo sé, pero pienso que en el futuro sí votará".
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