El verano menos trágico en la carretera de los últimos 50 años

"La mejor cifra de la década, probablemente de la historia". El ministro del Interior, Antonio Camacho, describió así ayer el balance de la Operación de Tráfico de este verano, que concluyó con 321 víctimas mortales, 41 menos que en 2010. Entre enero y agosto han fallecido 986 personas, 135 menos que el año pasado.

El resultado, ante el que Camacho mostró cautela -"son demasiados, no estamos satisfechos", dijo-, es el mejor de los últimos 50 años. Hay que remontarse a 1962 para encontrar cifras similares. Pero entonces circulaba un millón y medio de vehículos, frente a los 32 millones de hoy en día.

El ministro rechazó atribuir la caída de la siniestralidad a la reducción del número de desplazamientos de largo recorrido -80 millones, un 3% menos que en 2010- e insistió en destacar "el comportamiento cada vez más responsable de los conductores". Según Camacho, este verano se han detectado menos positivos de alcoholemia y un mayor uso del cinturón de seguridad y del casco -han muerto seis motoristas menos y solo dos, de 56, no lo llevaban-. Ha sido, sin embargo, la distracción la principal causa de accidentes (41,5%), seguida del exceso de velocidad (21%).

Aunque el mes de julio, con 172 muertos, dos menos que en 2010, hizo temer un frenazo en el descenso de la siniestralidad, agosto recuperó la tendencia a la baja con 39 fallecidos menos, 149 frente a las 188 del año pasado. Camacho quiso poner en valor, no obstante, las cifras de julio, que registró una caída pese a "dos fines de semana negros", uno con 28 víctimas mortales, y que coincidió con "la reintroducción de la velocidad máxima a 120 kilómetros por hora" -entre marzo y junio se restringió a 110-.

Efecto o no de esta limitación, lo cierto es que en los 62 días de la Operación Verano se redujo la velocidad media de 109 kilómetros por hora a 103. "La atención mediática y el debate público han tenido una virtualidad innegable", resaltó Camacho. Además, el ministro reveló que las denuncias por radares cayeron un 16%.

Sin embargo, rechazó, por falta de tiempo antes de las elecciones, una nueva reducción de velocidad, tal y como propuso el director de Tráfico, Pere Navarro, que planteó hace un mes disminuir a 90 por hora la velocidad en las carreteras de un carril por sentido, y que este verano han concentrado el 76% de los accidentes.