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Barcelona perderá el solar del zoo en el Fórum si no le da un "uso marino"

Camilo S. Baquero

El Ayuntamiento de Barcelona busca estos días un uso alternativo para las ocho hectáreas ganadas al mar en la zona del Fórum, donde iba a ubicarse el fallido zoo marino. Allí ya se han gastado 29 millones de euros de las arcas públicas y el alcalde, Xavier Trias (CiU), quiere amortizar la inversión. Sin embargo, la Ley de Costas dicta que en este solar solo pueden establecerse actividades que, por su naturaleza, no pueden tener otra ubicación. Es decir, un uso marino.

Una portavoz del Ministerio de Medio Ambiente explicó que la decisión de modificar el uso de la plataforma marina implicaría la tramitación de una nueva concesión. "Se puede seguir con el permiso actual solo si no cambia sustancialmente las condiciones del proyecto [del zoo] y se tiene el mismo fin de uso público y cultural", añadió. De todas maneras, será necesario un visto bueno previo del Ministerio, que es el titular del solar y que ha dado una concesión a Barcelona por 30 años.

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Según una portavoz del Ayuntamiento, la plataforma tiene las calificaciones urbanísticas números 6 -de parques y jardines a nivel metropolitano- y 7 -de equipamiento-. La alcaldesa accidental de la ciudad, Sònia Recasens, y el propio Trias explicaron el pasado martes que el proyecto del zoo marino queda aparcado indefinidamente y que se está estudiando una redefinición del uso. Las alternativas van desde un uso educativo hasta algún equipamiento turístico.

El proyecto del zoo en el Fórum necesitó de una concesión de ocupación del litoral, permiso que expide la Dirección General de Costas, adscrita al Ministerio de Medio Ambiente. Esta licencia fue otorgada, finalmente, el 28 de abril de 2005, después de dos intentos fallidos.

Uno de ellos fue en 1999, cuando el entonces director general de costas, Fernando Marín, argumentó el rechazo explicando que el artículo 31 de Ley de Costas establece que "únicamente se podrá permitir la ocupación del dominio público marítimo-terrestre para aquellas actividades o instalaciones que, por su naturaleza, no puedan tener otra ubicación". Marín aseguró que el zoo "puede instalarse en otro sitio".

Con la llegada de los socialistas a La Moncloa, el nuevo proyecto redactado por el equipo del exalcalde barcelonés Joan Clos, tuvo una mejor suerte. La concesión de ocupación, de un periodo de 30 años, fue otorgada para "la construcción de diferentes infraestructuras de ocio relacionadas con el mar".

Tanto CiU como el PP y los socialistas no ven reparos a que la empresa privada se encargue de la construcción del zoo marino, cuyo coste asciende a los 200 millones de euros. Esta es una propuesta que no le gusta ni a los ecosocialistas ni a los independentistas de Unitat per Barcelona, que dudan de que en medio de la crisis aparezca un socio. El Consistorio tendrá que buscar un nuevo uso relacionado con el mar.

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Sobre la firma

Camilo S. Baquero
Reportero de la sección de Nacional, con la política catalana en el punto de mira. Antes de aterrizar en Barcelona había trabajado en diario El Tiempo (Bogotá). Estudió Comunicación Social - Periodismo en la Universidad de Antioquia y es exalumno de la Escuela UAM-EL PAÍS.

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