"Me gustan los carteles de toros testimoniales"

La música es el pasado de José María Cano (Madrid, 1959), excomponente del grupo Mecano; la pintura, su ocupación del presente. Por casualidad empezó a realizar hace cuatro años una serie de grabados al aguatinta sobre la tauromaquia que le llevaron a recibir encargos para los carteles de las ferias de San Isidro, del Aniversario y de Otoño de Las Ventas de 2010. Este año ha firmado los grabados para la feria de las Fallas, de Valencia, la vuelta a los ruedos de José Tomás y las corridas de la Aste Nagusia. Y antes de acabar el año hará otro para Nimes.

Pregunta. ¿De dónde le viene la afición a los toros? ¿La heredó de su padre, quien fue novillero?

Respuesta. Relativamente. Mi padre llegó a torear en Las Ventas y nos enseñaba de pequeños a torear de salón, pero a mi madre no le gustaba. Entonces estaba mal visto; los toreros pertenecían a la pobreza.

"Ser pintor encaja mejor en mi vida que ser músico"

P. ¿Y por qué empezó a dibujar toros?

R. De una forma absurda. Un galerista de Nueva York me preguntó qué iba a hacer cuando me cansara de lo conceptual. Le dije que pintaría corridas de toros, como hacen todos los artistas españoles. Le pareció una gran idea y empecé a hacerlo.

P. Usted vive desde hace años en Londres, en un barrio residencial que puede inspirar cualquier cosa menos temas taurinos

R. Los toros, desde el punto de vista artístico, son muy de extranjeros, de artistas en el exilio. Ir a las corridas o seguir a un torero es más de aficionado español, pero el aspecto artístico, lo metafísico, el hecho del hombre y el animal contrapuestos, la verticalidad del torero y la horizontalidad del toro, el traje multicolor del torero y la negritud del toro, la austeridad del toro y la pomposidad del torero, el instinto del toro y la inteligencia del torero, esas dos fuerzas que se contraponen y se interrelacionan, forman una especie de espiral que se va concentrando. Eso que es tan artístico es más extranjero. Pero veo las retransmisiones de toros por televisión.

P. ¿Por qué eligió la cúpula de la Alhóndiga para su cartel?

R. El encargo fue poner un toro, un torero y un edificio de Bilbao. Y me pidieron que pintara la Alhóndiga. A mí me gusta hacer los carteles testimoniales, a la antigua; por eso elegí retratar a Enrique Ponce, triunfador en la feria del año pasado.

P. ¿Hay relación entre escribir canciones y pintar?

R. Hace tanto ya que no hago una canción que me cuesta ponerme en mi pellejo de cuando era músico. Aprendí a dibujar para estudiar Arquitectura, pero no a tocar un instrumento. Pero, es curioso, la vida me ha ido llevando hacia las artes plásticas. Ser pintor encaja mejor en mi vida que ser músico. Me siento más pintor que músico.

P. ¿Qué le parece el debate sobre la prohibición de la lidia?

R. Al ser humano ahora mismo le encantan los packs de pensamiento. Yo lo aborrezco. Cosas que no tienen nada que ver se incluyen en el pack. Eso pasa con los toros. Los toros entran en el pack con la derecha, la religión católica, con que España esté unida o separada. Y no tiene nada que ver. Siendo objetivo, pienso que los toros son importantes en el sentido económico y son un elemento muy propio de nuestras tradiciones y nuestras culturas.