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Una tarde de Viernes Santo en pleno agosto

El vía crucis monumental de la Jornada Mundial de la Juventud llena hoy de obras maestras de la imaginería el paseo de Recoletos

El paseo de Recoletos convertido en un museo sacro al aire libre. Como un Viernes Santo en pleno agosto, Madrid vive desde esta mañana una estampa insólita: la de ver 15 pasos de la Semana Santa española en un mismo espacio durante todo un día. Las imágenes presidirán las estaciones del vía crucis que comenzará a las 19.30 en la primera estación en la plaza de Colón.

Las imágenes empezaron a desplazarse hasta el paseo de Recoletos ayer a las diez de la noche, cuando el Cristo de la Buena Muerte de Málaga salió de la catedral castrense, en la calle Mayor, acompañado de una corte militar de unos 400 soldados de diferentes países. El Cristo malagueño, llamado de Mena, es la primera vez que sale de su ciudad. Por la mañana, la cola en el templo para visitar la talla y ver el cambio de guardia de la Legión de Honor, que custodiaba la imagen, daba la vuelta a la manzana. "Han pasado por aquí 30.000 personas desde el lunes", comentaba Manuel García, uno de los hermanos. Contaba que habían traído el trono en el que portan la talla desde Málaga en un vehículo llamado "góndola". "Solo hay dos de su tipo en España, pero tenemos que cuidar nuestro patrimonio", explicaba.

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En la sede de la Comunidad de Madrid, en la Puerta del Sol, las austeras hermandades de Castilla y León exponían sus imágenes de incalculable valor de Gregorio Fernández. El Nazareno de León, talla de 1.612, se exhibía a mediodía en su paso en el patio del Palacio de Correos, junto al Cristo yacente de Segovia. El abad de la hermandad, Fernando Salguero, se enorgullecía de haber realizado el viaje a Madrid "sin ningún apoyo institucional". Para vigilar que a las tallas del Nazareno y el Cirineo no les pase nada, les acompaña un imaginero de emergencia de Palencia, Melchor Gutiérrez. En el camino a Madrid, los encargados de custodiar los dos camiones con las piezas eran agentes de la Guardia Civil.

En la sede del Ayuntamiento en Cibeles, aguardaba su momento de salir al amanecer La última cena, de Salzillo, una de las obras maestras de la Semana Santa murciana fechada en el siglo XVIII. A la misma hora, tenía cita con la calle del Carmen el palio sevillano de la Virgen de Regla. El hermano mayor de la hermandad, Santiago del Pino, describía emocionado cómo sería la salida del templo para poner rumbo a Recoletos. "Saldremos en silencio, sin música, solo con el murmullo de los hermanos rezando el rosario de la aurora", explicaba Del Pino mirando a la talla, obra de Luisa Roldana del siglo XVII.

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