Europa mira de reojo la solución

En Europa, la decisión de una decena de países de obligar a que las cajetillas lleven imágenes de los estragos del tabaco se asumió por las tabacaleras sin que se decidieran a apelar. Pero la situación creada con la demanda presentada en Estados Unidos abre una nueva posibilidad muy atractiva para los representantes de las compañías. En todo caso, hasta conocer el resultado de la demanda y a la espera de que la UE apruebe una nueva directiva, las respuestas son cautas.

"Hay muchas diferencias entre el derecho estadounidense y el europeo", dijo ayer un portavoz de Altadis. Por eso, pese a que una de las firmas que han interpuesto la demanda en EE UU, Commonwealth, pertenece a Imperial Tobacco al igual que Altadis, esta no se ha planteado aún seguir su camino.

"En lo que sí que estamos de acuerdo es en que una medida así no aporta nada nuevo a la población, que ya está suficientemente informada de los riesgos del tabaco". El portavoz de Altadis deja abierta la puerta a plantear una acción judicial similar en Europa si la demanda en EE UU prosperase. "Pero la diferencia de legislaciones es clave, y la prueba es que aquí ya es obligatorio poner las imágenes y nadie ha recurrido", indica.

Silencio de la patronal

Tampoco la Asociación Empresarial del Tabaco (AET, la patronal del sector) quiere adelantar si la decisión tomada por alguna empresa estadounidense va a tener alguna repercusión en su política en España o, por extensión, en Europa.

A falta de una declaración al respecto, la patronal se remite a la directiva sobre el tabaco que en este momento está elaborando la UE con el fin de homogeneizar las reglamentaciones de todos los países (hay algunos en los que las fotografías no se usan), y que esperarán a ver cómo se regula el asunto.

En principio, la UE, que en esto sigue las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS), es partidaria de que las fotografías se incluyan en las cajetillas, pero todavía no lo ha hecho obligatorio. Lo más lejos que llegó fue a proponer en 2003 una serie de 42 imágenes para que los países las usen, pero lo dejó a la voluntad de los Gobiernos.

La nueva regulación, que sustituirá a la de 2001, está previsto que se presente el año que viene, pero su contenido concreto en este aspecto y otros polémicos, como el de impedir que se añadan aditivos a los cigarrillos que hagan más placentero su consumo, todavía no se conoce. En 2009, un Eurobarómetro detectó que el 75% de los europeos las aprobaba.