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Detenida una monitora por la muerte de tres niños discapacitados en Valladolid

La mujer intentó matarse tras asfixiar a los menores con bolsas de plástico

Un "homicidio compasivo" para los investigadores. Un "acto de locura", para Ángel García Rodríguez, padre Ángel, el presidente de Mensajeros de la Paz. Cuando a las nueve y cuarto de la mañana de ayer la Guardia Civil llegó al centro para menores discapacitados que esta ONG regenta en Boecillo (3.700 habitantes, a 15 kilómetros de Valladolid), se encontró un escenario de terror. Los tres niños acogidos allí, de 3, 9 y 14 años, y con minusvalías de entre el 78% y el 90%, yacían muertos en sus camas con bolsas de plástico en la cabeza. En otra de las dependencias del centro se encontraba su presunta asesina. La persona que los tenía a cargo. Su cuidadora. Tirada en una bañera, con cortes en la cabeza, el cuello y las muñecas, se había intentado suicidar, según fuentes de la investigación.

La trabajadora nunca pidió una baja por afecciones psiquiátricas
"No podían hablar ni andar, pero respondían a estímulos"
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Otra cuidadora tramitaba la adopción de uno de los fallecidos
La cuidadora de Boecillo ingresa en prisión tras recibir el alta médica

La voz de alarma la dieron dos de sus compañeras trabajadoras de la residencia nada más llegar allí, hacia las nueve y cinco de la mañana. Lo primero que vieron fue a su colega, por lo que avisaron a Emergencias de un intento de suicidio. Pero al llegar los equipos médicos y los agentes, además de encontrarse con la cuidadora inconsciente y llena de heridas, vieron los cadáveres de los niños y las bolsas. Los tres habían muerto por asfixia.

Tras las primeras indagaciones, la monitora herida, Graciela Baravrán Hanitzcsh, uruguaya de 55 años y residente en Ávila, fue trasladada al hospital Clínico de Valladolid e inmediatamente puesta bajo vigilancia policial como presunta autora de los homicidios de los tres niños. Hacía cinco años que Baravrán trabajaba para Mensajeros de la Paz. Primero lo hizo en el centro de la ONG de Valladolid, según sus compañeras. Hace dos años, con la apertura del de Boecillo, fue trasladada a este último. El padre Ángel aseguró ayer que nunca pidió una baja por afecciones psiquiátricas.

El menor de los fallecidos, Daniel G. C., de tres años y natural de Salamanca, ingresó en un centro de acogida a los pocos días de nacer, al haberse retirado la custodia a sus padres, "una familia muy desestructurada, con problemas de drogadicción", según fuentes de la investigación. Sus progenitores, que residen en el municipio de Cespedosa de Tormes, a 55 kilómetros al sur de la capital, fueron informados de la muerte pasadas las tres de la tarde de ayer por la Guardia Civil, informa Ignacio Francia. Las otras dos víctimas fueron Miguel Ángel S. C., de 14 años y natural de Burgos, y Daimer E. Q. de nueve, nacido en Malabo, la capital de Guinea Ecuatorial.

Los menores padecían parálisis cerebrales severas. "Ninguno de ellos podía andar ni hablar, pero sí reaccionaban a estímulos, como cuando se les hacía cosquillas, por ejemplo", aseguró una de las trabajadoras del centro. Estaban bajo la tutela de la Junta de Castilla y León, cuya consejera de Familia, Milagros Marcos, señaló que, "por diversos motivos", las familias no podían hacerse cargo de los pequeños, lo que dificultó extraordinariamente su localización. La responsable del Gobierno regional recalcó que los niños estaban siendo atendidos "en un centro muy especializado", en el que trabajan siete monitores, y cuya gestión está encomendada a Mensajeros de la Paz.

El director de esta ONG, el padre Ángel, calificó los hechos de "acto de locura", aunque aseguró que la trabajadora social no había presentado "bajas por depresión o comportamientos anómalos", desde que fue contratada. Actualmente el centro solo albergaba a los tres menores, aunque tenía capacidad para el doble, según Milagros Marcos. Algunas de sus trabajadoras, sin embargo, aseguraron que había un menor más, pero que no se encontraba en Boecillo. Había salido el fin de semana.

Una de las monitoras que dieron el aviso a la Guardia Civil había acogido temporalmente en su domicilio a uno de los tres niños asesinados, y en los últimos meses apuraba los trámites para adoptarlo. Actualmente el centro ubicado en Boecillo solo albergaba a los tres menores, aunque tenía capacidad para el doble. Según Milagros Marcos, reúne "las mejores condiciones posibles" para niños con estas enfermedades, ya que cuenta con "grandes espacios para la rehabilitación y zonas de juego".

No es la primera vez que se produce un crimen en un centro de Mensajeros de la Paz en Castilla y León. El 4 de marzo de 2003, un interno marroquí de 19 años mató a su cuidadora en su centro de Zamora. El presunto asesino la apuñaló y la escondió entre cartones en el semisótano de la residencia.

Dos operarios sacan del centro el cadáver de uno de los niños.
Dos operarios sacan del centro el cadáver de uno de los niños.IMAGEN CEDIDA POR TELEVISIÓN ESPAÑOLA
El padre Ángel sale de la residencia de Boecillo.
El padre Ángel sale de la residencia de Boecillo.NACHO GALLEGO (EFE)
Una llamada al 112 de una cuidadora del centro donde se encontraban los tres menores fue lo que alertó a los servicios de emergencia. Cuando llegaron, los tres menores ya estaban muertos. El Ayuntamiento ha decretado tres días de luto y una concentración silenciosa a las 12.30 en la Plaza Mayor en memoria de los menores.Vídeo: AGENCIA ATLAS

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