Lloret cierra la discoteca donde se originó la batalla campal
La oleada de disturbios en Lloret de Mar (Selva) provocada por el turismo de borrachera se ha cobrado una víctima. El Ayuntamiento de la localidad ha obligado a echar el cierre, de forma provisional, a la discoteca Colossos, origen de los altercados que la madrugada del pasado jueves se saldaron con 22 heridos y una veintena de jóvenes detenidos, la mayoría visitantes franceses.
El Consistorio ha impuesto el cierre de la sala alegando deficiencias en el sistema eléctrico. El jueves, en plena fiesta y con la sala a tope de aforo (unas 1.800 personas) se interrumpió la electricidad y, con ella, el aire acondicionado. El calor encendió los ánimos y, pese a que se abrieron las puertas de emergencia, se produjo una aglomeración de personas entre los que pretendían entrar y los que querían salir.
La policía intervino para poner paz. Se desató entonces una batalla campal porque los jóvenes la tomaron con los agentes, a los que lanzaron todo tipo de objetos. Los alborotadores prendieron fuego a papeleras y quemaron cristales. La batalla campal (la segunda en una semana) dejó una estampa de destrucción en el centro turístico de Lloret.
En un comunicado, el Ayuntamiento de Lloret recordó que, aunque el local activó los generadores, numerosas personas tuvieron que salir del local por el calor. "A raíz de estos incidentes, los servicios técnicos han realizado una inspección y han detectado unas irregularidades eléctricas que han aconsejado el cierre cautelar de la empresa", según el citado comunicado. Fuentes municipales resaltaron que la discoteca podrá volver a abrir las puertas cuando haya resuelto esas irregularidades.
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