Una historia sencilla
Narrativa. Hace unos días, el escritor argentino Patricio Pron respondía a la pregunta de un periodista: "¿Qué debe su generación a la generación de sus padres?". Pron contestó que la generación a la que él pertenece le debe a la de sus padres una recuperación de sus valores, mientras que sus padres les deben a ellos una explicación. Difícil dilema de resolver, porque podría pasar que dichas explicaciones entraran en abierta contradicción con los valores que se quieren recuperar. O dicho de manera más inequívoca: una contradicción entre los fines y los medios para alcanzarlos. La primera novela de Luis Velasco Blake (La Plata, 1956), argentino radicado en España, es el relato en primera persona de una familia en el transcurso de dos generaciones, periodo que abarca la llegada de Juan Domingo Perón al poder y el fin de la dictadura de Videla. Luis Velasco, a través de la voz de Matías que recupera su pasado familiar y con él el pasado y presente histórico de Argentina, lleva a cabo una operación de desmitificación ideológica (la ideología de una izquierda mesiánica), a la vez que registra la infinita crueldad de la respuesta del estado a dicho mesianismo. Matías es en cierta manera la conciencia lúcida de esta historia. Detrás de su contemplativo y también impotente ejercicio de recuperación de la memoria histórica y familiar que funde en su relato, está una mirada implacablemente quirúrgica. En el título de esta magnífica novela, se esconde una productiva ironía: hacer sencillo una de las historias nacionales contemporáneas más complejas del planeta.
Una historia sencilla
Luis Velasco Blake
Caballo de Troya. Madrid, 2011
138 páginas. 14 euros
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