Cuando la música llegó a Moscú

Si la pureza puede estar en la mezcla, el de anoche fue un pregón en honor a la Virgen Blanca por todo lo alto. Celebrando su medio siglo de existencia, la Coral Manuel Iradier, junto a dos habituales como la Banda Municipal de Vitoria y la Academia de Folklore, sembró un espectáculo de música, danza e imagen, con dos pantallas gigantes escoltando el escenario, en una abarrotada Plaza de España. El pregón sirvió de preludio a la gran fiesta estival de la ciudad.

Más de 300 personas participaron en un montaje multidisciplinar en el que el pregón leído se convirtió en otro ingrediente más del festín para los sentidos que la coral cocinó para los asistentes a sus bodas de oro.

Ante tal obra colectiva, el pregón solo podía ser leído a varias voces y lo hicieron distintos miembros de la agrupación de forma sucesiva, al tiempo que la banda tocaba. Las referencias a terceros resultaron tan dispares que hubo de todo. Empezaron citando una antigua canción ganadora de Eurovisión -"te cantan cuando naces y también en el adiós"- y terminaron con unos versos de Pablo Neruda: "No se sorprenda nadie porque quiero / entregar a los hombres los dones de la tierra / porque aprendí luchando que es mi deber terrestre propagar la alegría / y cumplo mi destino con mi canto".

Miembros de la agrupación se sucedieron en la lectura del texto

En el medio no faltaron referencias a los múltiples beneficios que el arte de mezclar sonidos en armonía deja a su paso por la tierra. "Hay un refrán que dice que la música amansa las fieras, pero lo que no sabíamos en 1976 es que las vacas daban más leche si oían música clásica. Por tanto podemos decir que la música es beneficiosa para los seres vivos en general, puesto que ya sabemos que el primer sentido que se desarrolla en el feto es el oído -a las 16 semanas-", rezaba el texto. Además, están también comprobadas las ventajas de escuchar música clásica desde la más infancia. "Y en esta tierra, tierra de coros, y lo dados que somos a cantar, todos conocemos familias que tienen un cantoral que utilizan cuando se reúnen", agregaba.

La coral tejió un espectáculo que incluyó hasta fuegos artificiales que varios especialistas colocaron con precisión en la parte alta de la cara principal de la plaza. Los integrantes del grupo se mostraron orgullosos de haber llevado "el nombre de nuestra tierra, de Álava y Vitoria-Gasteiz por tantos lugares en los que tan bien nos han acogido. Y es verdad que al ser la música el lenguaje más universal, un puente entre culturas diferentes, en todos esos lugares hemos sido bienvenidos y recibidos, con respeto y cariño".

Horas antes del evento, algún que otro caballero precavido llevaba el paraguas en mano por si se cumplían los peores pronósticos. Los nubarrones que amenazaron con un pregón pasado por agua a lo largo de la tarde parecían disiparse a medida que se acercaba la hora del arranque, las 22.00, pero 20 minutos después de su arranque la lluvia hizo acto de presencia.

Los más pacientes no dudaron en coger silla hasta dos horas antes de un espectáculo, en el que las referencias al pasado de la coral fueron constantes. Medio siglo después de sus primeros pasos, aún mantiene entre sus filas a cuatro miembros fundadores, entre ellos su director, Emilio Ipinza.

"Fuimos, y lo decimos con humildad, pero también con sinceridad, los primeros embajadores, de nuestra cultura en los años setenta y ochenta, allende nuestras fronteras", proclamaron orgullosos los presentes.

Después llegaron otros, vinieron a decir, pero ellos despejaron el camino. "Ya sabemos que hoy el máximo embajador es el Baskonia -no olvidamos la hazaña del Alavés hasta llegar a Dortmund- , pero digámoslo: la coral llegó primero a Moscú -no a jugar con el CSKA-, a Israel -no a luchar con el Maccabi- a Argentina -no a nutrirse de jugadores inolvidables-. Fuimos pioneros, como pionera ha sido y es esta ciudad en muchos aspectos: construcción de centros cívicos, implantación de ayudas sociales, creación de anillos verdes, hasta ser nombrada, con el apoyo de todos, Green Capital 2012", recordaron.

El pregón incluyó alusiones a la camaradería, el compañerismo, la amistad, armas indispensables para aguantar los largos viajes, con horas y horas, día y noche, de autobús a Roma, Austria o Moscú, "sobre todo éste último".

Relataron también como cantaron al papa Juan Pablo II un 5 de agosto de 1985 en la basílica de Santa María la Mayor de la capital italiana. El de anoche era tal vez un escenario menos exótico para un coro alavés, pero uno difícilmente podía imaginar un mejor lugar para redondear un 50º aniversario.