El próximo objeto de deseo

Cada año se lanzan en Europa 30 o 40 coches nuevos, y en casi todos hay que mirar con lupa para encontrar algo que los distinga de lo que ya había. Pero cada década aparecen también un par de modelos que rompen la rutina y basta mirarlos a la cara para saber que van a triunfar. Así sucedió con el primer Renault Scénic, un familiar revolucionario, con los nuevos Mini y Fiat 500, dos iconos del diseño, y con el Nissan Qasqhai, un cóctel entre familiar compacto y todoterreno, que roba ventas a todos ellos.

El Range Rover Evoque es el siguiente en la lista. Su imagen seduce a primera vista, la calidad mecánica es acorde con la estética, tiene un interior bien aprovechado y es casi tan divertido de conducir como los primeros Golf GTi. Así, reúne todo para convertirse en el Mini de los todoterrenos compactos, uno de esos coches deseados que se venden solos, incluso con rivales como los BMW X1 y Audi Q3. Los precios son altos, pero no disuasorios, desde 33.600 euros, y saldrá a la venta en septiembre. Pero ya hay lista de espera en todo el mundo: 20.000 reservas, 750 en España, y no ha empezado la publicidad.

Los ingleses perdieron su industria del automóvil y lo que queda está en manos extranjeras, pero no han olvidado cómo hacer coches bonitos, al menos si les dejan. Y el grupo indio Tata, dueño de Land Rover-Jaguar, les ha dejado. El Evoque o baby Range es un Range Rover en formato reducido que rejuvenece sus valores. Tiene dos versiones, tres puertas (Coupé) y cinco puertas, que miden 4,36 y 4,37 metros, un palmo más que un Golf. El Coupé es tres centímetros más bajo por detrás, pero apenas se distinguen por los picaportes traseros. Los dos se visten con un traje deportivo y poderoso que seduce al instante. El frontal, sólido e imponente, refleja el ADN de Range, con un capó en forma de concha y la parrilla de nido de abeja. Pero los faros rasgados con leds y unas aletas muy musculosas rematan una mirada elegante y rotunda. En el lateral destaca la cintura alta y ascendente de las puertas, que reducen al mínimo el cristal y reafirman su carácter. Y la zaga, con mucha chapa y una luneta mínima, penaliza la visibilidad, pero remata una imagen imponente y seductora. Además, añade una aerodinámica eficaz (CX: 0.35).

Aunque la línea y la poca superficie acristalada parecen anunciar un interior justo, el Evoque incluye cinco plazas y es amplio para su tamaño. Delante destaca la anchura y atrás ofrece una altura generosa: con 1,90 metros no se toca en el techo ni en el Coupé. El espacio para las piernas es correcto y añade un maletero enorme de 575 litros (550 el Coupé).

El interior refleja el estilo sólido de Range con ese ambiente elegante y atractivo de los mejores coches ingleses, que contrasta con la sobriedad y monotonía de su rivales alemanes. Y se puede personalizar con todo tipo de opciones: maderas, pieles, adornos metalizados, techo panorámico...

La gama incluye tres motores y tres acabados: Pure, Prestige y Dynamic. Hay dos turbodiésel: 2.2 eD4 de 150 CV (desde 33.600 euros en 4 - 2 y 35.500 con 4 - 4) y 2.2 TD4 4 - 4 de 190 CV (35.500). Y un 2.0 turbo GTDi 4 - 4 de 240 CV en gasolina (42.300). Todos reúnen buenas prestaciones y consumos eficientes, desde seis litros (133 g/km) y un comportamiento dinámico muy ágil, aplomado y consistente: dan seguridad y se disfrutan al volante. Y superan con claridad a sus rivales en el campo.

El Evoque es algo más caro que los Audi Q3 y BMW X1, pero incluye un equipo de serie superior: ocho airbags, climatizador, control de estabilidad, sistema Terrain Response con tres programas de campo, asientos delanteros eléctricos, sensores traseros de aparcamiento y otros detalles opcionales en sus rivales. El Coupé cuesta 1.000 euros más y el cambio automático (seis velocidades) sube a 3.900 euros.