El PP exigirá a Mas que olvide su soberanismo para pactar las cuentas de 2012

El Partido Popular (PP) acaba de pactar los presupuestos de 2011 con Convergència i Unió (CiU) prácticamente sin condiciones. En septiembre los partidos se volverán a sentar en la mesa para hablar de las cuentas de 2012 y Alicia Sánchez-Camacho aseguró ayer que pondrá más condiciones a Artur Mas, presidente de la Generalitat. En una entrevista a la agencia Efe, la líder del PP catalán prometió que pedirá a Mas que "aparque todas esas propuestas separatistas". Sánchez-Camacho citó como ejemplo el llamamiento del portavoz Francesc Homs para que los catalanes colocaran una pegatina con las letras CAT en sus matrículas. "El Gobierno debe dejar de lado esta deriva independentista y ponerse como principal objetivo salir de la crisis", dejó claro Sánchez-Camacho, quien ya hizo esta súplica a Mas con anterioridad pero la olvidó al negociar los presupuestos de 2011.

Pese a haber facilitado o aprobado las votaciones más importantes para CiU en lo que va de legislatura, la líder del PP negó que su partido sea el socio preferente de los nacionalistas. "No lo pactaremos todo", subrayó. Sin embargo, Sánchez-Camacho y Mas se reunieron la semana pasada para empezar a abordar la negociación de los presupuestos de 2012. El objetivo del PP es tener más margen de maniobra para poder pactar con CiU unas cuentas "liberales" que vayan en la línea de la "simplificación, externalización, cogestión, y el establecimiento de modelos público-privados".