Ceuta pide la intervención de Camacho ante la avalancha de inmigrantes

Ceuta cree que la situación de la inmigración en la ciudad requiere ya la intervención del Gobierno central. De esta forma, y en respuesta a un acuerdo plenario unánime, el presidente ceutí, el popular Juan Jesús Vivas, ha enviado una carta al ministro del Interior, Antonio Camacho, en la que le pide a su departamento "intensificar la comunicación y el diálogo con Marruecos para frenar las entradas de inmigrantes de terceros países tanto por tierra como por mar".

Desde el pasado domingo, Ceuta ha registrado la llegada de una treintena de subsaharianos y marroquíes -los últimos cinco ayer por la mañana- que ocupan un ya saturado Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), habilitado para 512 personas y que alberga ahora casi 700. Durante el mes que acaba han llegado a la costa 263 inmigrantes.

Con estas premisas, Vivas ha reclamado en su carta al titular de Interior "que se habiliten los mecanismos adecuados para que el número de inmigrantes acogidos no exceda la capacidad de esas instalaciones".

El presidente de la ciudad autónoma argumenta en su carta que las condiciones actuales no respetan la "dignidad, comodidad y confortabilidad de los propios inmigrantes" y, además, "la saturación llevaría a parte de esas personas a la calle con la consiguiente incidencia directa en la ciudadanía".

Sin recursos

Según el Gobierno de Ceuta, se están generando problemas de inseguridad en algunas zonas de la ciudad. Las mismas fuentes alertan, además, del perjuicio para las arcas públicas que supone la prestación de servicios sin los recursos suficientes. "El mayor problema son los menores", advierten fuentes del Ejecutivo, que cifran en unos 120 los jóvenes extranjeros de menos de 18 años a cargo de la ciudad. Vivas añade que su carta no es solo una petición personal, sino que responde también al "acuerdo unánime adoptado por el pleno el pasado 18 de julio de emplazar al Gobierno de España a tomar esa serie de medidas".

La iniciativa de Vivas se corresponde con la actuación del Gobierno de Melilla, cuyo portavoz, Daniel Conesa, responsabilizó ayer por la mañana a Marruecos de la intensificación en el flujo de inmigrantes.