John Shalikashvili, el 'extranjero' de la cúpula militar de EE UU
Convenció a Clinton para involucrarse en la guerra de Bosnia
Una frase hizo famoso a John Shalikashvili en los noventa: "Bosnia necesita la intervención de la comunidad internacional". Fue suya la labor de convencer a la clase política en Washington y a los aliados europeos de que la situación en los Balcanes necesitaba una intervención rápida, a través de la OTAN. La resistencia era predecible: la primera intervención militar de la Alianza creada para proteger a Europa frente al avance del comunismo debía ser dentro del propio continente y por un motivo muy distinto. Finalmente logró que su país se involucrara.
John Shalikashvili, fallecido el sábado a los 75 años, fue el primer jefe del Estado Mayor Conjunto de EE UU nacido en una nación extranjera, Polonia. Sus padres, de Georgia, huyeron del alzamiento bolchevique y le tuvieron a él en 1936. La suya fue la historia de miles de inmigrantes que forjaron la suerte de Estados Unidos en el siglo XX: emigraron a Illinois, escondieron capítulos oscuros de su pasado y vieron a su hijo en meteórico ascenso hasta que alcanzó el puesto de mayor rango en el Ejército entre 1993 y 1997, por decisión de Bill Clinton.
"Desde su llegada a los 16 años, como un inmigrante polaco tras la II Guerra Mundial, un joven que aprendió inglés con las películas de John Wayne, hasta su ascenso a los grados más altos de nuestras Fuerzas Amadas, la vida de Shali
[así le llamaban sus conocidos] fue una historia de las que solo suceden en Estados Unidos. A cualquier coste, hizo de nuestro país un lugar más seguro y mejor", le recordó el presidente Barack Obama.
Shalikashvili fue llamado a filas después de que se le diera la ciudadanía en 1958. Prestó servicio en la guerra de Vietnam y entre 1992 y 1993 llegó a ser general y comandante supremo aliado de las tropas de la OTAN en Europa. Aquello le dio renombre e hizo que Clinton le propusiera como jefe del Estado Mayor Conjunto, en 1993. Entonces, el centro judío Wiesenthal reveló que su padre, Dmitri, había luchado con los nazis en la II Guerra Mundial. Primero colaboró con la ultranacionalista Legión de Georgia, luego se integró en las filas de las SS, los comandos del Partido Nacionalsocialista. Aunque los afiliados a ese partido eran rechazados por inmigración en EE UU, los Shalikashvili mintieron en una declaración jurada. Aquello no impidió que su hijo fuera confirmado en el Senado como jefe del Estado Mayor.
En EE UU se le otorga el reconocimiento de que, gracias a su labor, el Gobierno estadounidense dejara de desentenderse de lo que pasaba en Bosnia y logró 20.000 soldados para que la misión de la OTAN hiciera cumplir los acuerdos de paz de Dayton.
En 2007, Shalikashvili pidió al Ejército que se replanteara la norma que impedía a gais y lesbianas prestar servicio de forma abierta. "Mis conversaciones con ellos me enseñaron cuánto ha cambiado el Ejército, y que gais y lesbianas serán aceptados por sus compañeros de filas", dijo al diario Army Times entonces. Su voluntad tardaría cuatro años en hacerse realidad. La norma fue derogada la semana pasada, un día después de su muerte.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.