Las agencias de 'rating'

Resulta curioso observar el comportamiento de Standard, Moody's y Fitch en relación con los países europeos y con Estados Unidos.

Mientras en el primer caso no dudan en usar toda su artillería para desestabilizar a la zona euro, con calificaciones precipitadas y muchas veces basadas en la nada, en el caso de Estados Unidos se tientan la ropa y advierten, aconsejan, piden medidas, sin lanzarse en ningún momento a rebajar la calificación, pese a que Estados Unidos está al borde del impago, con una deuda exterior muy por encima de cualquier techo de gasto y que, no lo olvidemos, fue la espoleta que provocó el caos financiero mundial con sus Lehman y compañía. ¿No podría calificarse de terrorismo económico lo que estas agencias americanas de calificación están haciendo en sus análisis sobre Grecia, Irlanda, Portugal, Italia o España?

Sin duda, a Estados Unidos deberían haberle bajado sus calificaciones varias veces en los últimos tres años, pero ahí siguen, tratando de apuntalar su maltrecha economía a base de descalificar la de su mayor oponente, la zona euro, que no está ni tal mal como ellos quisieran ni tan bien como quisiéramos nosotros.

Este insidioso monopolio debería tener su fin de una manera rápida. Europa debería dejar de depender de lo que un lobby proamericano esté dispuesto a difundir para sacar a flote sus propios intereses.