Tenerife sin pisar la playa
Seis experiencias con reflejos volcánicos. Cuevas de lava y kayaks entre las ballenas
Tenerife puede ser un lugar muy aburrido, como lo demuestran los casi cinco millones de personas que vienen cada año a tumbarse al sol en una playa del sur, de donde solo salen para subir en teleférico al Teide. Hemos dado una vuelta a la isla, llevando la contraria a la marea turística y a las manecillas del reloj, y hemos descubierto una tierra de vinos calientes (metafóricamente hablando) y fríos heridores, de bosques de cuento y soledades lunares, de cielos reventones de estrellas y seres que no han visto nunca el sol. Gente en chanclas, cero.
01 Vino y sexo
Bajarse del avión en el aeropuerto de Tenerife Norte, tras un vuelo low cost donde no te dan ni un panchito, y meterse en Bodegas Monje, que están a solo 12 kilómetros, en El Sauzal, es una experiencia dionisiaca, explosiva, piroclástica que diría un vulcanólogo. En esta bodega-restaurante-espacio cultural celebran veladas wine & sex, donde los vinos se maridan con platos afrodisiacos como las nalgas de cochino negro canario sobre peras a la canela y moras silvestres o el trío de chocolates con migas de calabaza y morbo de cerezas. Sirven desayunos dominicales, organizan talleres de mojos, exposiciones, catas... Y, claro es, hacen vinos, tintos de listán negro con aromas minerales y fructuosos, frescos, plenos, llenos de vida. Felipe Monje dirige con risueña maestría este circo enoturístico de tres pistas que, desde 1956, se asienta en una ladera con vistas al mar, con el Teide a la espalda y, en derredor, ancianas cepas que arrastran sus brazos sarmentosos por el suelo, como ebrias de antiquísimas lavas.
» www.bodegasmonje.com; 922 58 50 27
02 Lava por un tubo
Hace 27.000 años (400 arriba, 400 abajo), el volcán Pico Viejo, que está pegado al Teide, vomitó un torrente de lava que dejó el valle de Icod como si lo hubiese arado el diablo. Bajo la costra que se formó al enfriarse la superficie de aquel río, la corriente encendida siguió fluyendo hasta modelar un tubo de 17 kilómetros que es la cuarta cueva volcánica más larga del mundo y la única con tres niveles. También es de las pocas cavidades abiertas al turismo que carecen de iluminación artificial, y ello para preservar su virginidad y la paz sepulcral en que viven 190 especies de bichejos. El momento culminante de la misma es cuando todo el mundo apaga sus frontales y, en un silencio ciego, se oye el goteo del agua filtrada y la brisilla que ha dado nombre al lugar. Dos horas lleva recorrer el tramo abierto al público, más lo que se eche en el centro de visitantes y lo que se enrollen los apasionados guías.
» www.cuevadelviento.net; 922 81 53 39; martes-sábados, 15 euros
03 Farallones y ballenas
Avistar cetáceos equivale, en la mayor parte del mundo, a terribles madrugones, dobles pulmonías y fotos donde, ampliando a tope, se atisba una aleta dorsal borrosa o una boya, cualquiera sabe. Pero no en Tenerife, donde hay una colonia estable de calderones tropicales y delfines mulares, y donde otra veintena de especies de cetáceos, de las 80 que existen, se dejan caer de vez en cuando. En los Gigantes es fácil verlos. La forma menos agresiva de acercarse a ellos es en kayak de mar (mono o biplaza), remando junto a los paredones de 450 metros de altura del acantilado de los Gigantes. El paseo de dos horas cuesta 15 euros. La misma empresa que alquila los kayaks, El Cardón, ofrece como alternativa bajar a pie hasta la costa por el abrupto barranco de Masca y luego seguir a los delfines en un barco. Esto ya sale por 42 euros.
» www.elcardon.com; 922 12 79 38
04 La última erupción
El 18 de noviembre de 1909, el volcán Chinyero, en Santiago del Teide, se despertó y, después de 10 días de pánico, en que las lenguas de lava tuvieron con el alma en vilo a varios pueblos, volvió a dormirse dejando un paisaje lunar y un aviso para la posteridad. En 2009, para conmemorar aquella última erupción tinerfeña, se puso en marcha una red de senderos de pequeño recorrido -el PR-TF 43 y tres derivaciones- que permite acercarse al Chinyero atravesando abruptas coladas y fantasmagóricos campos de cenizas, pero también pinares alfombrados de florecicas gualdas, húmedos a rabiar. Otra opción es atravesar el paraje en bici (Mountainbike Active las alquila).
» www.fedtfm.es/joomla/senderos/forestales/PR-TF_43
» www.mtb-active.com; 922 37 60 81
05 Estrellas del Teide
El aire seco e impoluto, procedente de las capas altas de la troposfera. Las nubes formando un disciplinado rebaño bajo nuestros pies. Y ni una farola en 15 kilómetros a la redonda. Sí, el Teide es un buen lugar para mirar las estrellas (el sexto mejor del mundo, según los astrónomos) y un decorado muy a propósito e inspirador, con sus paisajes marcianos de roques colorados y sus manchas de tajinastes penachudos, flores de aspecto alienígena donde las haya. Astroamigos invita a contemplar este cielo perfecto usando un telescopio grandecito, de 250 milímetros, con posicionamiento automático. El plan sale por 20 euros.
» www.astroamigos.com; 922 23 62 99 y 647 87 24 84
06 Una montaña negra
Otro lugar de ensueño, de planeta lejano: la montaña de las Arenas, un tremendo, negro y orondo montón de lapillis que quedó tras la erupción de 1705 en las vecindades de Arafo. Para verla bajamos desde el mirador de la Crucita, en el kilómetro 30 de la TF-24, por el mismo camino que siguen los peregrinos de La Orotava cuando visitan a la virgen de Candelaria (15 de agosto). Las bravas laderas de la caldera de Pedro Gil y los monumentales pinos padre que se ven llegando a Arafo son otras felicidades de este sendero que nos lleva tres horas y que nos deja los dedos de los pies tumefactos.
» www.tenoactivo.com; 922 12 80 60 y 618 00 09 72
» www.gaiatours.es; 922 35 52 72 y 656 94 63 70
Guía
Cómo ir
» Air Europa (www.aireuropa.com) ofrece vuelos baratos desde la Península hasta Tenerife Norte, desde 51 euros cada trayecto.
Comer y dormir
» Casa Blanca (www.hotelruralcasablanca.es; 922 35 96 21). Icod del Alto. Hotel rural con vistas al Teide y al mar, en el norte de la isla. Habitación doble, 65 euros.
» Parador de Las Cañadas del Teide (www.parador.es; 922 37 48 41). La Orotava. En un emplazamiento difícil de imaginar, al pie del volcán, con piscina climatizada y restaurante de cocina canaria. Precio: 80 euros.
» Señorío del Valle (www.senoriodelvalle.com; 922 83 92 00). Santiago del Teide. Cuidados hotel y restaurante, en una típica vivienda del siglo XVII. Precio: 74 euros.
» Senderos de Abona (www.senderosdeabona.com; 922 77 02 00). Granadilla. Casona del siglo XIX, con cocina tradicional. Precio: 65 euros.
Información
» Turismo de Tenerife (www.webtenerife.com; 922 23 95 92).
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