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Reportaje:FÚTBOL | Copa América

Messi frente a Neymar

Argentina y Brasil, repletas de estrellas, grandes favoritas en un torneo con muchos atractivos

Alejandro Rebossio

La Copa América, una suerte de Eurocopa sudamericana a la que también han sido invitados México y Costa Rica, empieza hoy en Argentina (Canal + Liga ofrece todos los partidos y Canal + uno los domingos). Brasil buscará retener el título que ganó hace cuatro años en Venezuela. La renovada canarinha que dirige Mano Menezes quiere recuperar el brillo que perdió en el último Mundial de Sudáfrica. Pero esta Copa América se juega en el campo de su archirrival, Argentina, cuya estrella, Messi, pretende hacerse profeta en su tierra y ganar el trofeo después de 18 años de sequía para los albicelestes. Argentina inaugurará el certamen esta noche en el modernizado estadio Ciudad de La Plata (57 kilómetros al sur de Buenos Aires) en un partido frente a Bolivia.

El barcelonista pretende ser profeta en su tierra tras 18 años de sequía
El mandato de la 'canarinha' es ganar, pero con 'jogo bonito'

Argentinos y brasileños son los habituales favoritos en esta competición y jugaron las dos últimas finales (ambas fueron ganadas por la canarinha), pero esta vez se ha colado un tercer candidato. Es Uruguay, que en el último Mundial fue el mejor equipo sudamericano y el cuarto del torneo, bajo la conducción técnica de Óscar Tabárez y con la temible delantera integrada por Forlán, Cavani y Suárez. Uruguay ha ganado la última Copa América que se disputó en Argentina, en 1987, cuando dejó a los dueños de la casa, entonces campeones mundiales, eliminados en los cuartos de final. La celeste tiene tantos trofeos sudamericanos como Argentina, 14, por ocho de Brasil.

La Copa América ha cobrado mayor relevancia en la última década, cuando comenzó a disputarse cada cuatro años. En el pasado, este torneo, creado en 1916, se llegó a jugar cada año o cada dos, pero el hecho de que ahora se celebre con la misma periodicidad que el Mundial o la Eurocopa le han tornado más especial y la ansiedad por ganarlo es mayor. Además, es una prueba de fuego para los futbolistas que en la segunda mitad del año aspiran a enrolarse en sus selecciones para comenzar a competir en las eliminatorias de la Copa del Mundo de Brasil 2014.

El torneo también tiene otros aspirantes, como Chile -con Alexis Sánchez a la cabeza-, que nunca lo ha ganado, o Paraguay, que también llegó a los cuartos de final de Sudáfrica 2010, como Argentina y Brasil. Desde que la Confederación Sudamericana de Fútbol comenzó a invitar a México al torneo, en la década de los noventa, la selección tricolor siempre ha sido una candidata a vencer, pero esta vez la Confederación de América del Norte, Central y del Caribe (Concacaf) no permitió que este país ni el otro invitado, Costa Rica, jugasen con sus selecciones mayores. Lo harán con las sub 22 y hasta cinco jugadores de la absoluta. Al equipo mexicano se le añadieron otros problemas: cinco futbolistas fueron suspendidos por dopaje y otros ocho fueron expulsados en el último momento por el seleccionador, Luis Tena, porque organizaron una orgía con prostitutas en el hotel de la concentración, en Quito.

El director técnico albiceleste, Sergio Batista, campeón mundial en 1986, tendrá en esta Copa América su primera prueba de fuego después de la fracasada experiencia de su antecesor, Diego Maradona, en Sudáfrica. Apuesta por un medio campo conservador y tres atacantes temibles: Messi, Tévez, a quien había marginado del plantel hasta que el futbolista le convenció de su regreso con sus actuaciones en el Manchester City, y Lavezzi, del Nápoles. En la reserva, futbolistas tan reputados como Agüero, Pastore e Higuaín. La Bolivia que dirige el argentino Gustavo Quinteros no quiere echarse atrás: "Hay que evitar el fútbol asociado de Argentina, presionar y tener concentración".

Mañana será el turno del Colombia-Costa Rica, en Jujuy, en un torneo que los dueños de casa han querido federalizar a costa de Buenos Aires, donde se disputará solo la final, en el estadio del River Plate, que será arreglado a cuenta de la Confederación Sudamericana después de los destrozos que sus hinchas hicieron el domingo pasado para descargar su ira por el descenso a la Segunda División.

El domingo debutará el campeón en La Plata ante Venezuela. La vinotinto ya no es la selección más débil de Sudamérica, pero deberá dar lo mejor de sí para contrarrestar los ataques de Neymar, el paladín del Santos junto al visionario Ganso, que acaba de ganar la Copa Libertadores, y Pato, del Milan, que buscan cumplir el mandato de Menezes de ganar con un jogo bonito.

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