Retratos en La Habana

Una canción melancólica es la pieza fundamental de la trama de Valeria descalza. La música acompaña el retrato de los cuatro personajes protagonistas del melodrama de Ernesto del Río, rodado entre La Habana y Bilbao, sobre un guión escrito también por el bilbaíno Luis Eguiraun y la cubana Xenia Rivery. "Las canciones aportan una atmósfera y redondean los sentimientos que aparecen en la historia con la capacidad de la música para llegar al espectador", explica Del Río. Es una película en la pesan los silencios y se ha evitado una narración explícita. "Como en la vida, no todo está explicado", añade el director.

La película fue rodada en Bilbao y La Habana y protagonizada por Aitor Mazo, Maiken Beitia, Gabriela Griffith y Rubén Breña. Con Valeria descalza Del Río, director del festival de cortometrajes y cine documental Zinebi, vuelve a dirigir un largometraje, 15 años después de Hotel y domicilio. El filme arranca con escenas ambientadas en el Museo Marítimo de Bilbao, en su Gran Vía y en la iglesia reconvertida en Museo de Reproducciones. Una cara amable del Bilbao renovado que recuerda su pasado industrial en contraste con una Habana que no se muestra en los catálogos turísticos. "Hemos huido de las postales y nos hemos acercado a los rituales de la vida en La Habana, con la mirada de quien vive en la ciudad", señala Del Río. "Es La Habana crepuscular, la ciudad real".

En ese escenario urbano, en medio de la vida cotidiana de sus habitantes, el filme presenta el retrato de cuatro personajes, de tres generaciones diferentes, que buscan respuestas para lo que les queda de vida. La joven cubana Valeria (Gabriela Griffith) fantasea con llegar a ser una estrella de la canción, su padre (Rubén Breña) siente que envejece y quiere recuperarla; Leonor (Maiken Beitia) y Aitor Mazo (Raúl) ven como su relación se agota. "Es la historia de su huida hacia adelante", dice Mazo. "Un material sensible, que no se sitúa a los niveles habituales del cine comercial".