Ultimátum a los indignados para desalojar la plaza de Catalunya

La comisión de Comunicación de Acampada Barcelona aseguró anoche, a través de un comunicado, que varios de sus representantes habían pactado con un negociador enviado por el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat una salida pacífica de la ocupación de la plaza de Catalunya, donde un grupo de indignados permanece desde el 16 de mayo. A cambio, las Administraciones se comprometían a permitir de "manera indefinida" la instalación de un punto de información y de coordinación para la asamblea, que se celebrará sin tiendas a su alrededor. Al cierre de esta edición, sin embargo, parte del medio centenar de acampados que debatían en la plaza no estaba dispuesto a abandonarla.

Portavoces de la Guardia Urbana y la Generalitat confirmaron la existencia de un pacto, que algunos acampados definía solo como un "acercamiento". La reunión entre seis representantes de los indignados y el portavoz de las Administraciones se produjo a las 18.30 horas en un bar de la calle de Bergara.

El acuerdo estableció que los acampados empezarían a desmontar anoche y podrían dejar en un camión situado en la plaza de Catalunya los restos de los que quisieran deshacerse. A las diez de la mañana de hoy, cinco camiones más acudirían a limpiar. En la plaza, solo podrá quedar un punto de información.

La idea del pacto es evitar una carga como la que se produjo el 27 de mayo. El movimiento del 15-M está dividido desde que el 5 de junio una parte de los acampados decidió marchar de la plaza porque un grupo provocó altercados al tratar de impedir una sesión en el Parlament.

Anoche solo algunos indignados habían empezado a recoger y las comisiones decidían cómo organizar el punto de información permanente. Mossos y Guardia Urbana tenían orden de no actuar. "Si a las diez de la mañana no se han ido tal como se ha pactado, decidiremos qué hacer", dijo ayer una portavoz de la Generalitat.

Con información de Cristina Delgado, Alba Casanovas y Camilo S. Baquero.