Un adiós con lágrimas y cava
Los 12 regidores que no repetirán en Barcelona se despiden en un pleno
Si el pleno de despedida de ayer en el Ayuntamiento de Barcelona hubiera sido un musical, el gran finale habría sido Amigos para siempre, la canción olímpica de Los Manolos. El buen rollismo, los buenos deseos y la nostalgia socialista predominaron en el adiós a los 12 concejales que no repetirán en el Consistorio y a los 32 años de gobierno de izquierdas.
La sesión comenzó pasadas las diez y la remató dos horas después una copa de cava. Las formalidades se finiquitaron rápidamente para dar paso a las intervenciones de despedida de los concejales. También hubo tiempo para recordar a los soldados españoles muertos en Afganistán. Los discursos fueron variopintos en forma y fondo, desde la extrema preparación de Montserrat Ballarín (PSC) que, hasta último minuto editó su texto, pasando por las someras notas de Xavier Florensa (ERC). La lista de agradecimientos, además de las familias, secretarias y chóferes, se remontó a Joan Clos y Pasqual Maragall.
El momento más emotivo fue la intervención de la ecosocialista Imma Mayol, que deja el Ayuntamiento tras 12 años. Sus sollozos le obligaron a interrumpir su discurso hasta tres veces. El silencio mientras tomaba aire lo llenó el ruido de los obturadores de las cámaras fotográficas. "¡No hagáis todas las fotos cuando me cae la lágrima!", exclamó mientras se enjugaba los ojos. El futuro alcalde Xavier Trias (CiU) la expuso como símbolo del fin de una etapa y de una colega que se va.
Trias aseguró que el trabajo político, aun con las personas en los antípodas ideológicos crean "situaciones especiales que generan amistad para siempre", algo que, aseguró, pasa desapercibido para los ciudadanos. Junto con el alcalde en funciones, Jordi Hereu (PSC), y Jordi Portabella (ERC) hicieron un llamamiento para aproximar su labor a los ciudadanos y "transmitirles que la política es un asunto de esfuerzo y renuncia", dijo el líder republicano. Hereu recordó, entre otros, a Carles Martí e Itziar González.
Otro de los que se va es el socialista Francesc Narváez, que en su intervención recordó su llegada a Barcelona en El Sevillano, el tren que trajo a miles de inmigrantes andaluces a Cataluña. Narváez, que lleva más de dos décadas como concejal, felicitó al convergente Joan Puigdollers por estar "22 años esperando una victoria" que ahora ya ha alcanzado. Muy en su línea, Alberto Fernández (PP) dijo que terminaba una etapa que no entendió, que "la gloria olímpica era efímera y que tocó fondo con el Fórum de las Culturas".
La lista de los que se marchan la completan Ester Capella y Ricard Martínez (ERC) y Montse Sánchez y Roger Pallarols (PSC). Antes del 22-M Gemma Mumbrú y Ramon Nicolau (PSC) y María Luisa Ibáñez (PP) habían manifestado su deseo de no ir a las listas.
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