Ensayo real contra el calor

Dibertikale. Programa de animaciones infantiles de calle. Hoy, Hipo eta Tomas con el espectáculo Beldurraren etxea.

A las 19.30, en la Plaza de la calle Galizia (centro cívico Arana). Vitoria.

El País Vasco amanece hoy con la resaca de tres días de intenso calor que ha vaciado las ciudades, elevado las más insignificantes sombras a la condición de lugares codiciados, y convertido el aftersun en un amigo más. Los últimos tres días se han convertido en el ensayo perfecto para el calor de un verano que acaba de empezar.

La jornada del domingo fue el día más caluroso de junio de este siglo, ya que el mercurio alcanzó los 41,6 grados en Llodio. El resultado: la DYA atendió, solo en Vizcaya, a 14 personas con golpes de calor. Pero, al margen de los casos más extremos, la ola de calor se ha dejado sentir en todos los ámbitos. Y es que la sensación de agobio del calor genera más estrés y ansiedad, lo que desemboca en "irritabilidad y, en algunos casos, agresividad", indica Miren Macías, del centro de psicología Bilbao. El cuerpo debe gastar energías en adaptarse a la temperatura, lo que genera más cansancio, cambios de humor, lentitud y problemas de memoria y concentración, indica.

Los psicólogos alertan sobre los cambios de humor y problemas de memoria

Los médicos recuerdan la importancia de hidratar a niños y personas de edad

Entre los adultos, una de las consecuencias es la bajada de la productividad, que en los centros de trabajo se puede paliar regulando la temperatura, que debiera oscilar entre los 20 y los 25 grados. Entre los niños, estos se muestran "más apagados porque se juntan el inicio de las vacaciones y los picos de calor", apunta Macías.

"Apagados" es el mismo adjetivo que emplea la supervisora de una residencia para mayores en Vitoria. La tercera edad es, junto a los más pequeños y las personas con sobrepeso, el colectivo más perjudicados por las temperaturas extremas. Los profesionales sanitarios consultados recuerdan que los mayores deben estar permanentemente vigilados para evitar que se deshidraten, ya que no suelen tener sed. "Desde la mañana cerramos las ventanas para que no entre calor, les vestimos con ropa ligera de algodón porque transpira mejor, encendemos el ventilador sin que les dé el aire directamente y, sobre todo, les hidratamos con agua, zumos o gelatinas", resumen desde la residencia. En estos días evitan al máximo los paseos por el exterior y se aplica al dedillo el protocolo establecido por Sanidad.

Los síntomas de un golpe de calor son la piel caliente, seca y enrojecida, una respiración y un pulso rápidos. Para evitarlo, hay que huir de exposiciones prolongadas al sol, tomar muchos líquidos y no hacer deporte. Los médicos también aconsejan evitar alteraciones bruscas de la temperatura.

En comercios y bares parece haber primado la previsión. Todos los consultados afirman haber aumentado las existencias de líquidos para que no se agoten. En el restaurante Gandarias de San Sebastián resumen los últimos días con "poco café, bastante agua y, sobre todo, mucha cerveza", asegurando que, aunque el calor quita el hambre, esto "no se ha notado" en el número de menús.