El PNV logra arañar más poder para los sindicatos nacionalistas

El pasado miércoles, Josu Erkoreka (PNV) salió del hemiciclo jactándose de haber conseguido más que nunca en la negociación con el Gobierno, solo a cambio de una abstención en la votación del decreto sobre negociación colectiva. Y el Ejecutivo, por boca del ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, explicó que, en realidad, el resultado de la negociación es que se ha vuelto a la situación previa al decreto respecto a los convenios autonómicos, que estaba vigente desde 1994.

Gobierno y partidos nacionalistas admiten que el acuerdo sobre la negociación colectiva está aún abierto a negociación durante la tramitación parlamentaria urgente, durante el mes de julio. El principal escollo fue el de los convenios autonómicos y el resultado final es que los sindicatos nacionalistas vascos y gallegos logran recuperar poder, en perjuicio de los estatales, como UGT y Comisiones Obreras.

El Gobierno y los grupos catalán y vasco discrepan del alcance del pacto

El PNV logró en 1994 que el Gobierno de Felipe González creara los convenios autonómicos, para los que estaban excluidas materias de competencia estatal, como la movilidad y la seguridad en el trabajo, entre otras. En la práctica, esos convenios estaban muy limitados porque era preciso un acuerdo previo de empresarios y sindicatos. Los nacionalistas admiten que han sido muy escasos los convenios autonómicos firmados.

Ahora, en el decreto, el Gobierno había dado una nueva redacción a ese artículo, dejando claro que prevalecen los convenios estatales, "salvo pacto en contrario". El PNV ha logrado, por un lado, que se elimine esa expresión que exige acuerdo previo y, en segundo lugar, reducir el listado de materias excluidas de esos convenios autonómicos. Pero no está aún cerrado a qué materias afectará.

Gómez aseguró ayer que el Gobierno se ha comprometido a estudiar con el PNV que algunas materias, como periodos de pruebas o temas que tienen que ver con la contratación temporal, puedan incluirse en los convenios autonómicos de algunas comunidades con suficiente representación sindical propia, como País Vasco o Galicia.

Y fuentes del PNV explican que su aspiración es que ese listado se deje reducido, en todo caso, a las fórmulas de contratación y a la prevención de riesgos laborales. Las mismas fuentes añaden que, no obstante, intentarán eliminar incluso esas dos por entender que, al estar establecidas en dos leyes estatales, no necesitan reserva de competencia en el decreto.

CiU negoció otros apartados que también necesitan concreción, porque no se terminó de firmar ningún texto de enmiendas concretas. Sus portavoces se reunieron con el ministro de Trabajo a las nueve de la mañana del miércoles y pidieron la concreción en enmiendas concretas de sus peticiones, pero terminaron por aceptar el acuerdo a última hora sin redacción de las enmiendas. La patronal, según CiU, no tiene reparo alguno en la modificación del artículo de los convenios autonómicos, pero auguran presiones de UGT y CC OO para no perder poder en beneficio de los sindicatos nacionalistas.

Los tres negociadores de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, Josep Sánchez Llibre y Carles Campuzano, lograron compromisos que también tendrán que plasmarse en enmiendas concretas y que, según fuentes nacionalistas y socialistas, serán objeto de una dura negociación. Por ejemplo, en la forma en la que, de manera orientativa, se incluye en el preámbulo la productividad como referencia para fijar los salarios. El presidente de la Generalitat, Artur Mas, aseguró ayer que el miércoles "estuvo a punto de caer este Gobierno" y auguró acuerdos próximos sobre nuevos traspasos.