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Al Qaeda libera a 62 presos tras atacar una cárcel en Yemen

Washington teme que el terrorismo ocupe el vacío político

Arabia Saudí y Estados Unidos se esfuerzan para que Ali Abdulá Saleh, el dictador yemení hospitalizado en Riad tras sufrir un ataque en su palacio, abandone el poder como condición para estabilizar un país que vive manifestaciones masivas casi diarias. Temen Washington y Riad que persista el caos y se instale un vacío de poder. Mientras, Al Qaeda en la Península Arábiga (AQPA) aprovecha el río revuelto. Ayer, hombres armados atacaron una prisión en Mukalla, ciudad del sur de Yemen, mataron a un soldado y liberaron a 62 prisioneros de la organización terrorista. Todos eran yemeníes que permanecían encarcelados después de haber regresado de combatir en Irak.

Otras voces, sin embargo, aseguran que no hubo asalto a la prisión y que fue el Gobierno quien dejó escapar a los reclusos para promover más desórdenes.

El independentismo del sur y la revuelta chií en el norte se añaden al caos

Con esa idea juegan casi todos los dictadores árabes: yo o el caos de Al Qaeda. Aunque a la anarquía que impera en Yemen también contribuyen un movimiento independentista cada vez más activo en el sur de Yemen y una insurrección chií en el norte del país.

La fuga de los 62 presos se produjo en Mukalla, capital de la provincia de Hadramut. Nasser Bakazuz, portavoz de organizaciones civiles en esta ciudad, aseguraba a France Presse que no hubo ataque alguno a la prisión: "El régimen está viviendo sus últimos días y quiere crear el caos en la provincia de Hadramut".

En 2006 se produjo un incidente similar: 23 supuestos miembros de Al Qaeda, incluyendo algunos sentenciados por los ataques a un navío de guerra estadounidense en 2000 y a un buque mercante francés en 2002, lograron escapar de una cárcel en Saná. A Al Qaeda en la Península Arábiga se le atribuyó un compló para derribar un avión sobre Detroit (EE UU) en 2009.

Los contactos políticos son continuos. Jeffrey Feltman, secretario de Estado asistente de Estados Unidos, se reunió ayer con el presidente en funciones y con el hijo de Saleh. El objetivo era que aceptaran la propuesta del Consejo de Cooperación del Golfo para que Saleh renuncie definitivamente al poder a cambio de impunidad.

Manifestantes antigubernamentales piden en Saná que Saleh deje el poder definitivamente.
Manifestantes antigubernamentales piden en Saná que Saleh deje el poder definitivamente.M. HUWAIS (AFP)

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