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Reportaje:

La desconfianza se sube al metro

Los paros siguen en el suburbano mientras el conflicto se encona cada vez más - Los sindicatos no comprenden el cambio organizativo iniciado por la dirección

Un pulso "agotador". En eso se ha convertido la huelga más larga de la historia del metro de Bilbao, pese a que, por primera vez, -salvo en el caso de CC OO- hay una inédita unidad sindical. En esa circunstancia se apoyan las centrales para negar cualquier tipo de trasfondo políticos en las protestas, que ya llevan un mes dificultando el día a día de los ciudadanos. El conflicto se halla más enconado que nunca tras la última propuesta de la dirección, y la desconfianza y el consiguiente malestar han penetrado profundamente entre ambas partes. Los sindicatos, de hecho, han anunciado más paros que podrían alcanzar incluso la Aste Nagusia. El rosario de enfrentamientos en el metro es abultado desde hace meses y llegó a alcanzar incluso a las instituciones.

Las centrales creen insuficiente el aumento de plantilla previsto

Según las fuentes sindicales consultadas, la clave del problema es que las centrales "no acaban de entender el por qué del cambio organizativo que plantea el metro". Y es que, según las centrales, las razones ofrecidas por la dirección del suburbano "no son convincentes". La inminente ampliación del metro a Basauri obliga a aumentar el personal, pero los sindicatos ven este crecimiento insuficiente y consideran que sus condiciones laborales se están viendo afectadas. "No queremos ni un euro más. Solo se trata de no perder las condiciones por las que hemos peleado 16 años. Quieren optimizar tanto el servicio que introducen estrés y posibles problemas al reducir los descansos y el tiempo para poner en marcha las unidades", señala Raul Méndez, el delegado de la sección sindical de LAB.

La última propuesta de la gerencia, que prefiere guardar silencio por prudencia en vista de las circunstancias, propuso pasar de los 158 conductores actuales y 173 supervisores a 162 y 178. "No se crea suficiente empleo y metro puede hacerlo. Desde luego, no responde a nuestras expectativas", aseguran fuentes de UGT. ¿Es la crisis una buena excusa para no mejorar o al menos mantener las condiciones de los trabajadores? "No, la dirección se ha triplicado y hace poco contrataron otro abogado. ¿Crisis para quién?" explican fuentes cercanas a la negociación.

El modo de reorganizar el modelo de explotación no ha gustado a los sindicatos, ya que "reduce las horas de presencia del personal" y "carga de kilómetros" los cuadros de los conductores, que únicamente disfrutan "del descanso legal para el bocadillo. Así, los turnos largos que antes se compensaban con viajes por las paradas exteriores, más agradables, ahora ya no tienen ese contrapunto. "Quieren hacer una conversión a su gusto y ahorrar dinero como sea. Ahora la dirección ofrece más personal pero con unos condicionantes que nos perjudican", apunta Méndez. No obstante, la dirección del suburbano siempre ha defendido que los acuerdos alcanzados en lo que respecta a la plantilla siempre se han cumplido.

Por otro lado, fuentes próximas al conflicto sostienen que la buena marcha de las protestas y la unidad sindical creada han generado "cierta inercia sindical". A pesar de ello, la sintonía no es total. Tras la última propuesta de la dirección, no hubo contraoferta de las centrales, un "error" en opinión de algunos sindicalistas consultados. Y es que este sector teme que, de seguir así, un ente externo pueda acabar mediando, lo que podría hacerles perder más de lo que ya han conseguido.

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El malestar entre los representantes de los trabajadores comenzó, no obstante, a fraguarse hace tiempo. La "disparatada" cláusula de confidencialidad que la dirección presentó a los trabajadores, el "poco tacto" de la empresas por no esperar a negociar los cambios organizativos durante la negociación del convenio colectivo que expira este año y la sospecha de que la reestructuración iniciada por metro perjudicará en breve también a los talleres.

¿Está cerca la solución o será necesario que intervenga por tercera vez un mediador? Méndez confía en que no sea necesario -la gerencia ya se ha mostrado dispuesta a que la Inspección de Trabajo verifique el reparto de turnos-. "Lo único que hace falta es que haya voluntad de dar el servicio que demanda el cliente".

Seguimiento del 90%

El presidente del comité de empresa de Metro Bilbao, Rafael Valencia, de ELA, afirmó que el seguimiento del paro parcial convocado ayer, el sexto desde el inicio del conflicto entre dirección y plantilla, en el suburbano rondó el 90% de la plantilla. Valencia agregó que la última propuesta de la empresa de contratar a nueve personas más, entre personal de conducción y supervisores de estación, supone un "recorte del personal que tiene que trabajar en Metro Bilbao", que según fuentes sindicales se ha reducido en 16 personas en el último año.

"En estaciones ha parado bastante más gente que en otras ocasiones, en conductores bastante similar a otras ocasiones y andará cerca del 90% de la gente, e incluso en talleres y puestos de mando, prácticamente el cien por cien", dijo.

Los paros parciales de ayer se desarrollaron entre las 5.45 y las 8.45, aunque generaron retrasos durante los veinte minutos posteriores a su final. La huelga se repetirá mañana a la misma hora, mientras que hoy se celebrará una concentración a partir de las diez y media en la Plaza Circular de Bilbao.

Metro Bilbao señaló que durante los paros parciales de ayer circuló el 57% del servicio de trenes y que los trabajadores que han participado en la convocatoria han sido un total de 77, dos menos que en la convocatoria anterior, el jueves 16 de junio, a la que se sumaron 79 empleados. La dirección del suburbano apuntó que "no ha habido ningún tipo de incidente" y que "sobre las nueve o nueve y cuarto de la mañana se ha recuperado el cien por cien del servicio".

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