IU agrava la debilidad del PSOE al dar paso al PP en Extremadura
Las bases imponen su criterio frente a la voluntad de Cayo Lara
Izquierda Unida aportó ayer la puntilla a la agria derrota electoral que sufrió el PSOE en mayo al decidir abstenerse en Extremadura para permitir que el PP gobierne por primera vez la comunidad. Los rencores contra el PSOE tras 28 años de dominio llevaron al 70% de las bases a votar esa opción, asumida finalmente por la cúpula regional en abierto desafío al líder, Cayo Lara, que se empeñó durante dos días en tensos debates para forzar el voto favorable al PSOE. Lara llegó a recordar el asesinato de republicanos durante la Guerra Civil para advertir contra el PP, lo que desató las iras de algunos asistentes.
El PP remata así el éxito que le permitió conquistar el 22-M el poder en Castilla-La Mancha, Aragón, Cantabria y Baleares. El PSOE, que gobernaba hasta ahora en comunidades que sumaban 22 millones de ciudadanos, pasará a regir sobre 10,4. Es el peor mapa de poder de este partido en la democracia.
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